Huanchac: Libro y vida alternativa en las alturas de Ancash

En el barrio de Ucrumarán, centro poblado de Huanchac, distrito de Independencia, en Huaraz, los fines de semana se viven verdaderas fiestas alrededor del libro y la lectura. La Biblioteca Comunal Olinda y Loncho, fundada el año pasado en este sector de los andes ancashinos, reúne a niñas y niños, a adolescentes, pero también a algunos adultos provenientes de la zona rural, para hacerlos partícipes de sus sesiones de lectura en sala y campo, aprestamiento escolar, préstamo de libros, servicios bibliotecarios múltiples, así como de diversas actividades culturales, lúdicas y recreativas desarrolladas en la amplitud de la naturaleza y las áreas verdes que rodean a este espacio de fomento lector.

Garantizar el acceso igualitario a los contenidos culturales en determinados lugares del país, no es tarea sencilla. A más de 3200 metros sobre el nivel del mar, la biblioteca decidió levantar y poner en funcionamiento sus instalaciones para privilegiar a la niñez de comunidades cercanas como Paria, Uquia y Marian, donde si bien es cierto existen escuelas fiscales primarias, éstas carecen de bibliotecas. Su fundador y principal promotor, Omar Robles, es también comunicador social y autor de varios libros; con él y su voluntariado, con las niñas, niños y adolescentes que acuden a la biblioteca y a otros espacios similares de la ciudad de Huaraz, fuimos testigos del esfuerzo y labor fundamental que se desarrolla en esta parte de Áncash, a favor de personas de escasos recursos.

La Biblioteca Comunal Olinda y Loncho, lleva el nombre que tiene por los padres de su fundador, fallecidos durante la pandemia de la Covid-19. Sobre el terreno agrícola que heredó su vástago y con el apoyo de siete voluntarias, la mayoría de ellas estudiantes universitarias de las carreras de Educación y Comunicación Social, la biblioteca sale adelante junto a otras iniciativas paralelas como la Casa del Libro y la Lectura de Huaraz, la grabación y difusión de audiocuentos, de libros y autores ancashinos, además del proyecto "Leer te salvará la vida", todos ellos financiados en su momento mediante los estímulos económicos del Ministerio de Cultura. Un aproximado de 520 libros, entre obras literarias infantiles y juveniles, libros álbum, y textos de consulta y humanidades, son los que circulan en los proyectos antes mencionados, beneficiando a cientos de estudiantes de los primeros niveles.

El proyecto libresco en Huanchac culmina oficialmente a fin de mes; sin embargo, continuará desarrollándose de manera independiente junto al trabajo paralelo que también se impulsa los días domingo, en el centro poblado de Quechca, ubicado al ingreso de la ciudad. Soporte de su entorno inmediato para el aprendizaje de las personas, la importancia de fomentar el libro en las comunidades altoandinas radica en brindar posibilidades para el desarrollo personal, estimular la creatividad de los individuos, además de favorecer la diversidad cultural. Estos espacios constituyen, sobremanera, un puntal para el desarrollo integral individual, así como un eje fundamental para el desarrollo colectivo.

A Omar Robles, leer le salvó literalmente la vida; tras la muerte de sus padres y la crisis de la pandemia, decidió dedicar su existencia a fomentar el libro entre los menos favorecidos de las alturas ancashinas. Pero el cambio también se ha experimentado a nivel familiar, con su esposa e hijos. Aquí en Huanchac, mientras los padres de las niñas y niños que han venido a leer, preparan los alimentos en el fogón y se reparten refrescos para aplacar la sed y combatir el calor, otra es la sensibilidad que se experimenta, otro el sentir y la perspectiva de futuro el que transmiten sus miradas: otra vida, una de carácter libre y alternativo alrededor de lo tanto necesitamos.