Irma del Águila: “Es como si los candidatos estuvieran hablando de ofertas que no le dicen nada a la gente”
Corresponsal en Ayacucho
A poco más de tres semanas del día de las elecciones presidenciales, las diversas encuestas de intención de votos colocan al ex congresista de Acción Popular, Yonhy Lescano, en el primer lugar de preferencias y, a un grupo de tres o cuatro candidatos y candidatas disputándose el segundo lugar. Pero lo que llama la atención es que más del 30% del electorado aún no ha definido su voto. Hay un sector grande de la ciudadanía que aún no está sintonizada con el proceso electoral, lo que se explica -en parte- por el difícil escenario sanitario que vivimos. Para analizar esta coyuntura electoral, Noticias SER entrevistó a Irma del Águila, Socióloga y docente universitaria.
Según las últimas encuestas electorales, ningún candidato presidencial pasa del 15% de preferencias, ¿es sólo la pandemia que roba la preocupación de la gente o hay otros factores adicionales que explican esta situación?
Hay diferentes circunstancias que deben ayudarnos a entender. Una es que somos un país fragmentado que vive una crisis del sistema político. La gente no cree en los partidos políticos, Está también asociado a ausencia de ideas o proyectos en los que la gente se pueda embarcar. Indudablemente, la pandemia agrega un elemento importante, donde lo urgente es preservar la vida en un contexto de servicios sociales absolutamente fragilizados. Creo que como demuestra la encuesta del IEP, la proporción de ciudadanos que están indecisos va a ir disminuyendo, pero no porque se comprometan con una fuerza política, sino por el descarte de opciones.
¿Al parecer la campaña discurre en un universo paralelo, pero ajeno a la realidad del ciudadano de a pie?
Correcto, porque es como si los candidatos estuvieran hablando de ofertas que no le dicen nada a la gente en este momento. La gente está sin empleo o con el empleo precarizado al máximo, está con miedo a caer enferma, porque no hay oxígeno o está por las nubes y, tampoco hay camas UCI. Y los planes de gobierno hablan de un mañana con trabajo, de crear ministerios, de fomentar las inversiones, en un mundo donde la inversión se ha contraído. Llama la atención que en lugar de decirle a la gente que vamos a sumar esfuerzos, porque encima de todo está la emergencia nacional, lo que vemos es una exacerbación de la virulencia política que muestra una insensibilidad hacia el dolor y frustración de la gente.
En el Congreso actual, la bancada de Acción Popular es una de lo que ha contribuido a la actual crisis política, entonces ¿por qué Yonhy Lescano se mantiene primero en las preferencias?
En Acción Popular está el núcleo de la iniciativa golpista, encabezado por Manuel Merino; pero también hay que dar una mirada fuera de Lima. Para algunas regiones Acción Popular, es también, por ejemplo, el gobernador de Cajamarca, Mesías Guevara, que es una persona que gobierna en términos razonables, o el gobernador Benavente, que podemos discutir si es bueno o malo, pero es un actor insoslayable en la política cusqueña. Así, podemos ir a otras regiones y otras municipalidades donde Acción Popular es un actor de fuerza, más allá de lo que ha pasado con Merino o con “Vitocho”.
¿Qué nos revela el ascenso de Rafael López Aliaga en las preferencias electorales, porque tras esa candidatura hay planteamientos regresivos en temas de democracia y derechos humanos?
López Aliaga expresa esa distancia enorme que hay entre el Perú formal de la Constitución, las leyes, el Código Civil, el Código Penal y lo que es la realidad. Es decir, hay grandes sectores de la población con una mentalidad conservadora en lo social. La concepción de la unión natural de la mujer y el hombre que nace de un país que no ha consolidado un proyecto de Estado Laico. Ahora, López Aliaga manifiesta esta discrepancia y el fracaso del estado laico en el Perú, lo que también nos lleva a otro problema y es como reformar esta constitución o como cambiarla, frente a un electorado, que en muchos sentidos es conservador. Creo que hay un consenso mayor respecto al capítulo económico, la intervención del Estado, sobre todo luego de la pandemia al ver la falta de integración del sistema de salud y otras cosas más. Pero ¿qué hacer frente a una mentalidad conservadora y fuertemente anclada en lo religioso respecto de la llamada unión natural entre mujeres y hombres? , ¿cómo cambiamos eso?, ¿cómo diseñamos un proceso constitucional de largo plazo, empezando por eso?. ¿Todo cambio constitucional pasará necesariamente por un proyecto de Estado laico? Este es un tema que toma mucho tiempo.
Keiko Fujimori se ha estancado en la preferencia electoral ¿a pesar del antivoto que posee, podrá experimentar un crecimiento que le permita pasar a segunda vuelta?
Si vemos las tendencias del crecimiento de López Aliaga y Lescano, si nos guiamos por los resultados de las encuestas de los últimos meses es innegable el estancamiento de Keiko. Sin embargo, es posible que López Aliaga esté llegando a su techo que es limeño y masculino, y si en un momento de definición, la población de derecha percibe que él no va a llegar a segunda vuelta, es posible que los votos indecisos o algunos de sus votantes migren a Keiko o a De Soto. Pero lo que suceda depende también de la estrategia de Keiko Fujimori y evidentemente de López Aliaga y el resto de actores. Estamos en las últimas 3 semanas y las cifras se van a mover indudablemente.
¿Qué ocurre con la candidatura de Verónika Mendoza, dónde está ese 18% que logró en el 2016?
Me parece que el discurso de Verónika Mendoza era más convocante el 2016 que en el 2021, por ello el 2016 llego a sumar 18 % de las preferencias electorales, casi la quinta parte del electorado nacional, que no es poca cosa. Esa convocatoria de Verónika, en el 2016, no impidió que creciera otra izquierda, como fue Gregorio Santos, que representa otro universo electoral, y hoy sucede algo similar con Pedro Castillo. Lo importante, es ver por qué Verónika Mendoza creció en el 2016 y no ahora, qué es lo que no está convocando. Hay muchas razones, una puede ser la precariedad y el desencanto de la gente, pero eso afecta a todos los candidatos. Otro podría ser que, en el 2016 había elementos más convocantes. No se trata de que Verónika Mendoza o Juntos por el Perú, se mueva hacia el centro, sino que ensanche el campo político. Es decir, crear consensos movilizadores en torno a ideas que para la gente son importantes.
En la última encuesta de Ipsos, Forsyth figura en el segundo lugar ¿se pude decir que su caída en las preferencias electorales se ha detenido?
Podríamos hablar de tendencias. Me guio por las encuestas del IEP, que mostraban de una tendencia en la caída. Se habla de un estancamiento y una desaceleración de la caída de Forsyth. He visto figurar, intervenir más al candidato de Victoria Nacional que va con el número 1, Jorge Nieto, que tiene una posición bastante clara de su visión de Estado y de país, tal vez eso le ha generado un impacto positivo. Decir si eso va bastar o no para apuntalarlo mejor es difícil pero es posible que le pueda funcionar a Forsyth.
¿Considera que Julio Guzmán o Hernando de Soto podrían tener alguna remontada?
La tendencia de esos dos candidatos es el estancamiento hacia abajo, como candidaturas presidenciales; sin embargo, llama la atención que hay una brecha muy importante entre la figura presidencial, en el caso del Partido Morado, y el voto del electorado hacia los candidato al Congreso de la Republica, que es significativamente mayor. Y, recuerda que un porcentaje muy importante del electorado peruano, va realizar el voto cruzado. Puede votar por un candidato presidencial que considera seguro y para el Congreso va a votar más a sus afinidades políticas. Lo que se aprecia es la valoración, en términos relativos, del desempeño del Partido Morado en el Congreso, que es algo mejor que el desempeño de su candidato presidencial.
Foto: Gianmarco Farfán Cerdán/Entrevistas desde Lima