Entrevista

Josefa Nolte: “Turismo Emprende no está llegando a los artesanos y artesanas de zonas rurales”

Por Omar Rosel

Corresponsal en Ayacucho

Josefa Nolte: “Turismo Emprende no está llegando a los artesanos y artesanas de zonas rurales”Archivo

El sector artesanía, ha sido un sector duramente golpeado por los estragos económicos que han dejado el confinamiento y la paralización de la economía por la pandemia de covid-19. Se estima que son alrededor de 400 mil artesanos a nivel nacional, la gran mayoría en situación de pobreza, que no han recibido apoyo del gobierno. Asimismo, la ayuda económica para la reactivación de la artesanía a través de fondos de “Turismo Emprende”, tiene deficiencias porque no estaría priorizando los sectores rurales y tampoco a los artesanos que no están inscritos en el Registro Nacional del Artesano. Para conocer la situación actual dela artesanía en el Perú, Noticias SER conversó con Josefa Nolte Maldonado, Antropóloga y ex Directora General de Artesanía del Ministerio de Comercio Exterior y Turismo (MINCETUR)

¿Cuál es el nivel de afectación que ha tenido la artesanía con la pandemia?

Se registraron varios problemas. Primero, es que el Día Internacional del Artesano se celebra el 19 de marzo, entonces los productores estaban listos para ferias regionales en todos los departamentos. Lo que sucedió es que se quedaron con sus productos porque se suspendió todo por la pandemia. Y lo mismo pasó con la producción que estaba lista para la Semana Santa, que es otra fiesta donde hay mucho turismo interno. Toda esa producción sin canales de comercialización, ha perjudicado al sector artesanal, porque no han podido recuperar la inversión realizada.

¿Qué tipo de apoyo han recibido las y los artesanos durante el confinamiento y la paralización de sus actividades?

La artesanía, formalmente, no recibió ningún tipo de ayuda. La primera ayuda que ha recibido fue del Ministerio de Cultura, que recién comenzó con los incentivos en el mes de julio, a través de dos canales, uno es de patrimonio cultural, pero que no llego a todos los artesanos. Y otro a través del canal de las industrias culturales. Hasta el 10 de julio no han recibido nada, pero algunos artesanos han recibido el bono rural. Un caso concreto es el de las ceramistas del Cenepa, cuyo bono salió a fines de junio, pero las mujeres tenían que caminar 4 días a la comunidad donde iban a recogerlo, por ello no lo hicieron hasta un mes después, desgraciadamente el Perú no es Lima.

¿Hasta el momento que porcentaje del sector artesanía se ha logrado reactivar?

En realidad la artesanía estaba considerada para la fase IV que parcialmente se ha iniciado en octubre. Los artesanos están comenzando a recibir dinero, lo que les permite amortiguar este periodo y todos se han volcado a tratar de construir páginas web para vender en forma virtual, lo que es bueno pero tiene sus complicaciones. Asimismo, hay un 80% de los artesanos que están con problemas para reinsertarse en la actividad, porque en estos meses de pandemia se han dedicado a hacer otras cosas, trabajando en construcción civil, haciendo taxi o mototaxi o dedicándose a la agricultura.

¿Son suficientes los fondos de Turismo Emprende para apoyar al sector artesanal?

Han pasado prácticamente siete meses y recién la nueva gestión del MINCETUR ha lanzado un concurso que se llama Turismo Emprende, que podía haberse denominado Artesanía Emprende, para reforzar el posicionamiento del sector. Es muy loable esta nueva disposición, pero tengo una crítica porque Turismo Emprende no está llegando a los artesanos y artesanas de zonas rurales. Además, la gestión anterior del MINCETUR, cometió el error al considerar que la artesanía es un servicio turístico, por ello lo puede considerar en el paquete de turismo, en el paquete de industrias culturales. Es muy diferente un transportista de turismo o un guía de turismo, que una artesana que tiene una historia de antepasados artesanos, que es portadora de su propia cultura y de una tecnología que no la aprendido en un centro técnico o universitario, sino a lo largo de su vida, entonces hay que darle un trato diferenciado.

¿Se puede decir que desde el gobierno no tienen una clara comprensión de la complejidad de la problemática del sector artesanal?

Lamentablemente el gobierno no da la atención que se necesita, porque la artesanía es un sector que se tiene que abordar desde varios frentes, porque es una fuente de ingreso para el país y para muchas familias. Además, tiene un aspecto cultural y patrimonial, no solamente por la imagen, porque el producto o el derivado de la cultura material se están insertando al mercado y eso tiene un componente cultural importantísimo, porque quien deja de hacer el telar de cintura está abandonando una tecnología, un lenguaje y un conjunto de actividades alrededor de esa actividad. Y, lo otro es el componente social, porque la artesanía es un factor de cohesión social. Además, los artesanos viven en zonas de pobreza y pobreza extrema. Entonces, dejar a la deriva a la artesanía, como lo ha hecho el gobierno hasta hace un par de semanas, es condenarla a morir.

¿Cuáles son las acciones inmediatas que deberían priorizar las instancias gubernamentales para promover la reactivación de la artesanía?

Volteemos a mirar nuestra artesanía, a apreciarla, a consumirla, a comprarla. En la actualidad, entre el 70 y 75% de la producción está dirigida al turismo, esas cifras deberíamos revertirlas, hay que bajar un poco lo destinado al turismo e incrementar lo que se consume internamente. Ahí se requiere una campaña de reconocimiento al artesano, de fortalecimiento de su propia identidad y que los peruanos nos sintamos orgullosos. Hay una marca de artesanías del Perú que debemos posicionar. La otra tarea es canalizar y orientar los fondos que se entregan, porque se corre el riesgo que todo el mundo en el afán de producir para vender online oriente su producción sin precisar el mercado. Sé que muchos municipios han abierto páginas web, muchos artesanos están haciendo el esfuerzo de vender a través de sus facebook, unos con más éxito que otros. El otro punto que se tiene que priorizar es la formalización, porque el Registro Nacional del Artesano a diciembre del año pasado tenía registrados 80 mil 400 artesanos y artesanas; pero, si no sabes cuantos son, no sabes nada, porque no sabes cuánto te va a costar ayudar o cuánto hay que invertir. El tema de la formalización es importante, además deberían tener un régimen tributario diferenciado, un procedimiento simplificado, que vendan con su IGV como ahora, pero que tengan la posibilidad de tener una devolución de parte de los impuestos pagados, eso ayudaría muchísimo.

¿Hay capacidad organizativa entre los artesanos y artesanas que les permita posicionar sus demandas ante las instancias gubernamentales?

En estos meses no hubo un interlocutor que toque la puerta y diga “yo represento a los artesanos del Perú”, pero hubo un esfuerzo de Jang Araujo, artesano ayacuchano, que ha congregado los artesanos de todo el país, que se denominan “Artesanos Unidos por el Perú”, y sé que tienen sus instancias en todas las regiones, pero falta reconocimiento legal. Hay gremios regionales, pero falta un gremio nacional.