Opinión

A gobernar sin una adecuada transferencia

Por Noticias SER
A gobernar sin una adecuada transferenciaFoto: Andina

La negativa de Fuerza Popular y sus aliados a reconocer el resultado electoral que definió como próximo Presidente de la República a Pedro Castillo, nos deja en una inédita situación: el gobierno saliente no podrá cumplir con realizar la transferencia y el gobierno entrante apenas contará con información sobre el estado de las políticas públicas. Las dificultades de ello ya empiezan a manifestarse, no solo para quienes deberán conducir la administración pública a partir del 28 de julio, sino para el conjunto de la ciudadanía que espera una adecuada gestión en temas fundamentales como el derecho a la salud, la educación, la seguridad ciudadana y la economía.

Para evitar la parálisis o el retraso de medidas esenciales, corresponde al gobierno de Francisco Sagasti y al electo presidente Castillo, encontrar los mejores mecanismos para dar continuidad a procesos clave como la vacunación contra la COVID-19. En tal sentido, las actuales autoridades deben sincerar y publicitar el estado actual del plan de inmunizaciones en el país. Ello por cierto, va mucho más allá de informar el total de vacunas adquiridas o el número de vacunados. Es necesaria información territorializada y segmentada para tomar decisiones no solo logísticas sino también comunicacionales, puesto que, como se aprecia en otras partes del mundo, uno de los principales retos es vencer las resistencias de quienes desconfían o rechazan la inoculación.

Por otro lado, urge también que el presidente Sagasti informe sobre el verdadero estado de las finanzas públicas, con especial énfasis en el margen de acción con que contará el siguiente gobierno para atender las múltiples necesidades y demandas que se han multiplicado durante la emergencia sanitaria, principalmente en torno al sistema de salud, la educación escolar y la reactivación económica, sin dejar de lado la situación agraria, la conflictividad social o la dramática problemática ambiental.

En realidad, cumplir con esta responsabilidad exige del gobierno actual abandonar el tono complaciente adoptado en sus anuncios e informes de los últimos días, pues si algo ha caracterizado al llamado gobierno de transición y emergencia, es su declarada voluntad de no llevar adelante mayores cambios en la administración gubernamental.

En Noticias SER creemos que el nuevo gobierno tendrá enormes retos cuyo abordaje no puede esperar ni un día más. Harían bien Pedro Castillo y sus aliados en mirar más allá de la postergada proclamación y del cambio de mando -que debe darse indefectiblemente el 28 de julio-. Prolongar el silencio sobre las principales orientaciones de su gobierno solo alimenta la alta incertidumbre que agobia a la ciudadanía.