Agudizar las contradicciones
Polítólogo
El 22 de enero, Vladimir Cerrón -médico formado ideológicamente bajo el modelo cubano- apelaba a una fórmula demostrada en el tiempo y la historia que no es útil: “agudizar las contradicciones”; es decir, consciente de que los sujetos-colectivo funcionan por reacción y que cuanto más se exponga las injusticias o desigualdades; mayor es la capacidad de movilizar a las masas. Con este argumento, Cerrón y la propuesta que presenta es la de buscar el choque de fuerzas, antes que la búsqueda de una vía para avanzar.
“La dialéctica dice que cuando la crisis está llegando al extremo es porque estamos muy cerca de la solución. Agudizar la contradicción sigue siendo positivo, el agua turbia se purifica con el movimiento” (V. Cerrón)
Pero el interés de agudizar las contradicciones no es un acto exclusivo del grupo parlamentario que él lidera; lo hace también el otro extremo político a través de sus voceros (Patricia Chirinos, Jorge Montoya, Alejandro Cavero, entre otros) quienes catalogan continuamente de terroristas a sus opositores políticos. En este año y medio del gobierno legítimo de Pedro Castillo (hasta el 7 de diciembre), desconocieron los resultados de una elección limpia y transparente; además, contribuyeron al caos y la inestabilidad política desde la función parlamentaria con el firme propósito de vacar al presidente en funciones. “¡cállate, terrorista boca sucia!” (Patricia Chirinos a Guillermo Bermejo) “Sagasti, en mi opinión, es un filoterruco” (Rafael López sobre Francisco Sagasti)
“Ha tenido relación con Sendero Luminoso en esa época, en La Cantuta. No tengo pruebas, tengo información que quedó (de aquella vez)” (Jorge Montoya sobre ex ministra Gisela Ortiz)
Otro de los responsables de agudizar las contradicciones es el propio Pedro Castillo quien reiteradamente ha establecido su defensa en torno a esa polarización en lugar de llamar a una unidad nacional real, efectiva. Durante la entrevista a IDL Reporteros, Betsy Chávez refiere que el ex presidente le comentó:
“Esto no se acababa aquí, sino que está iniciándose. Y ahora tenemos que ver que el pueblo se manifieste. Que aquí ya no están los políticos tradicionales (…) el pueblo me ha pedido que cierre el Congreso. Y ahora que sea el pueblo el que tome las decisiones”
Los medios nacionales y locales también han participado en esta agudización. La responsabilidad informativa ha sido desplazada por el sobredimensionamiento del caos y la crisis existente en el país atribuyendo esta al actual gobierno o, desde los medios locales justificando cualquier acto del ejecutivo o el oficialismo parlamentario y culpando de todos los males al sector conservador. De hecho, el informe preliminar de la OEA refiere que en el Perú:
“los medios de comunicación están concentrados en pocas manos, y han sido cuestionados (…) por carecen de objetividad, llegando a sostener que no son veraces, y que en algunos casos hasta son desestabilizadores (…) en Perú existe “sobre libertad de expresión”, y que los medios tienen libertad para informar o desinformar sin ningún tipo de censura” (GAN OEA)
Esta crisis política ha sumado al descontento popular que intentaba recuperarse de la crisis económica post pandemia en un país donde más del 70% de la población económicamente activa (PEA) vive de la informalidad y el subempleo; es decir, del día a día. Bajo este contexto, la agudización de las contradicciones ha pasado de la esfera política a la esfera pública, específicamente a las calles; generando una inestabilidad política y social que estalló tras el fallido golpe de Estado del ex presidente Castillo (hoy detenido), la apresurada vacancia presidencial promovida por el sector conservador del parlamento y la asunción del cargo presidencial de Dina Boluarte.
Las manifestaciones que se hicieron sentir en el país inician en Apurímac, tierra de la actual presidenta del Perú. Siguen otros departamentos del sur como Junín, Cusco, Arequipa, Puno y Ayacucho. A este grupo se suma la región de La Libertad en el norte. Sin embargo, acá sucede algo particular. A la luz de los hechos, se atentaron determinadas instituciones o infraestructura, los aeropuertos y las instalaciones del Ministerio Público. Agudizar las contradicciones implica estimular a las poblaciones exponiendo determinados actos de descontento social (injusticia, inequidad, desigualdad) y orientarlos a determinadas acciones; para ello se debe tener operadores con la capacidad y recursos para movilizar a los sujetos-colectivos.
Imagen: Incendio a las instalaciones del Ministerio Público. 15/12/2022
En Ayacucho, estos operadores contribuyeron de manera sistemática desde hace semanas. Medios de comunicación locales polarizando desde la desinformación; figuras políticas, líderes de opinión y algunos dirigentes contribuyeron a esa agudización demandando desde la victimización. De este modo, ayer 15 de diciembre, las protestas en la ciudad de Huamanga demandaban: renuncia presidencial y nuevas elecciones, asamblea constituyente y, nueva constitución; todo ello en el ánimo de hacerle frente al sector conservador, sin reparar los tiempos, la legalidad, las circunstancias, la oportunidad y la necesidad.
Imagen: Medios locales azuzando de manera sistemática a la población
Si lo que se quiere es revertir el orden establecido (y justificadamente cuestionado); la prontitud de estas tres demandas no ayuda en mejorar el actual escenario, al contrario, la agrava; pues ninguna elección en el corto plazo será distinta sin una necesaria reforma política, institucional y electoral; ya sin contar con la posible victoria del sector conservador dado el revés que sufrió la izquierda política, los pocos partidos que podrían representarlos y la continua creencia de que cada dirigente o líder es un candidato potencialmente presidenciable.
Todo lo actuado lleva a profundizar las contradicciones o los extremos; una batalla en el que cada bando realizará y se defenderá con todo lo que pueda: las calles, las normas o la fuerza. En esas circunstancias los escenarios son inciertos. El revés de Pedro Castillo tras el fallido golpe es un claro ejemplo.
Otra evidencia de la existencia de estos operadores es el desplazamiento de las manifestaciones. En Huamanga, históricamente las manifestaciones se dieron en el centro de la ciudad, en esa centralidad se encuentran las instituciones locales, regionales y nacionales y privadas. Motivo más que suficiente para atentar contra las entidades. Como se muestra en el mapa, las manifestaciones inician en la plaza mayor (1) y se desplazan entre dos y tres kilómetros hacia el aeropuerto (2); luego, un kilómetro hacia la Plaza de la Bandera donde incendian una de las sedes del Ministerio Público (3); después recorres dos kilómetros más, hacia Ñahuimpuquio, con el claro propósito de incendiar otra sede del Ministerio Público (4) .
Imagen: Desplazamiento de las manifestaciones 15/12/2022
Tomar el aeropuerto y quemar determinadas entidades son actos premeditados que se reproducen en todas las regiones donde hubo manifestaciones. El malestar ciudadano tiene motivos (la crisis política); pero quienes promueven estos actos vandálicos y las mimetizan entre los manifestantes, saben que los sujetos-colectivo funcionan por reacción.
“Ya compañeros, los demás vámonos a este, a fiscalía ya pues” (audio)
Oficialmente hasta el momento se registraron ocho muertos y más de medio centenar de heridos (aunque se calcula que este número se incrementará en las próximas horas). El hospital regional ha colapsado y el sistema de salud está en alerta roja. Esta mañana piquetes de manifestantes se desplazan por la ciudad.
El tiroteo de ayer nos llevó varias décadas al pasado. Hace décadas que un helicóptero sobrevolaba tan cerca de una manifestación y, como denuncia la Defensoría del Pueblo, dispara contra los manifestantes; hace mucho que los militares armados no tomaban el control de la ciudad; hace años que no veíamos tantas víctimas en pocas horas. Policías reducidos y acuartelados, esta vez por la población. Después de estas imágenes, pareciera que no hemos aprendido nada; que los años de violencia, desigualdad, discriminación, marginación y racismo, aún se mantiene pese al desarrollo económico que todos ven, pero que pocos acceden. Foto: Comisaría PNP 16/12/2022
Y ese pasado también se hizo presente con imágenes de perros muertos expuestos en las vías públicas (práctica propia de los tiempos del conflicto político – armando); el fake news y los mensajes que denunciaban la toma de la represa de Cuchoquesera, de la central hidroeléctrica o el anuncio de un corte de energía eléctrica en la ciudad debido a que atentarían contra una torre de alta tensión. Esos mensajes manifiestan un trasfondo, esa necesidad de enfrentar a las partes, de agudizar las contradicciones y fabricar héroes o mártires para justificar la violencia y abuso del poder.
Imagen: Fake news 15/12/2022
Treinta años después de la derrota del terrorismo (de Sendero y del Estado) pareciera que no hemos aprendido nada; mientras que nuestros políticos nos arrastran a esa agudización de las contradicciones; para ellos, para sus intereses, cuanto peor, mejor.
Paz, verdad y justicia.