Cruz Silva: “Destituir a la Fiscal de la Nación por un hecho que no ha sido corroborado es un despropósito”

La reciente revelación de que las fiscales Rocío Sánchez y Sandra Castro se reunieron con el ex presidente Martín Vizcarra, originó la separación del equipo especial que investiga el caso de “Los Cuellos Blancos del Puerto”. A través de un comunicado, la Fiscal de la Nación Zoraida Ávalos, justificó la medida y aseguró que no se afectará la investigación en marcha. Para entender mejor la situación, Noticias SER entrevistó a la abogada Cruz Silva del Carpio, coordinadora del área de Justicia Viva del Instituto de Defensa Legal (IDL) y coordinadora del Grupo de Trabajo Contra la Corrupción (GTCC).

¿Considera que con estas revelaciones se cae el caso de los Cuellos Blancos?

Definitivamente con eso no se cae el caso, pese a que es el deseo de muchos de los investigados o posibles investigados. Pero con su remoción, si se obstaculiza su desarrollo, porque eran las dos fiscales que conocían mucho más del caso porque fueron las que iniciaron las investigaciones y eso sin duda va a perjudicar el ritmo de las mismas. Asimismo, abre la puerta a una necesidad mayor de saber y asegurar quiénes van a ser sus reemplazos.

¿Cuáles son los retos que esta situación representar para la Fiscalía?

En principio, poder investigar aquellos problemas denunciados por las fiscales Sánchez y Castro. Lo segundo es que la Fiscalía provea de mayores garantías a la investigación. El tercer tema está relacionado a los equipos de trabajo porque ya había una relación con investigados e incluso postulantes a colaboradores eficaces, entonces, es necesario crear confianza. Un cuarto reto es la respuesta rápida ante el aprovechamiento político y búsqueda de impunidad, y aquí hay dos casos concretos: el anuncio del abogado de Pedro Chávarry que ha anunciado que va a presentar algunas acciones y lo otro, es la idea de querer descabezar la Fiscalía de la Nación. Un quinto reto es la credibilidad y confianza ante la ciudadanía. Hay que tener en claro que estas dos fiscales en su momento trabajaron juntas por un bien común. Posteriormente han tenido diversas perspectivas e identificaron presuntas inconductas funcionales una respecto de la otra que se tienen que investigar, pero no es que sean corruptas o se hayan coludido desde el inicio.

¿Lo ocurrido es producto de la infiltración de las mafias en el Ministerio Público?

Hay muchos intereses para que la investigación no avance. Creo que las apariencias de que las fiscales han estado llevando mal o bien su función ha sido aprovechada por mafias y esto suele suceder cuando se investiga a presuntas organizaciones criminales e involucran a funcionarios del propio sistema de justicia. Eso no significa que no haya razón para investigar si los señalamientos de las fiscales Castro o Sánchez son reales, pero a partir de allí hay un aprovechamiento por parte de diversos actores interesados en que las fiscales se deslegitimen.

Es importante considerar que no solo se trata de separar a dos fiscales sino tener en cuenta cuál fue la situación para que se sientan inseguras y esto revela una gran verdad: La necesidad de mayor institucionalidad e independencia institucional en el Ministerio Público. Esto evidencia también que lamentablemente, los fiscales están sometidos a situaciones muy complejas y que, en el caso concreto, creo que se equivocaron. La reunión con Vizcarra es inaceptable pero también se entiende por el escenario de desprotección y de riesgo que pasaban. Las investigaciones de crimen organizado deben continuar y si su institución no les da las garantías, no van a poder avanzar con absoluta independencia.

Luego del retiro de las fiscales ¿qué nos garantiza que hechos como este no se vuelvan a repetir?

Primero, que la institución brinde garantías absolutas a sus propios fiscales. Eso también significa retirar o remover a los fiscales que van en contra de ese objetivo porque hay quienes siembran desconfianza. Lo segundo está relacionado con promover un canal de comunicación entre fiscales. Lo tercero, hacer caso a las denuncias de las propias fiscales, investigar y llegar al fondo para decir si hay o no inconducta funcional y tomar decisiones. Cuarto, salir al frente inmediatamente a defender la actividad fiscal, decir lo que se va a hacer y deslindar de los intereses políticos y de investigados que quieran que el problema se agrande. También es importante que se haga una publicidad de lo que realiza cada Fiscalía, que se haga público permanentemente. Asimismo, armar debidamente los equipos una vez que existen quejas al interno, porque no fue sano que habiendo dos fiscales que señalaban problemas una respecto de la otra, hayan puesto a una por encima, no porque no lo amerite o no tenga las capacidades, sino que eso ahonda el conflicto en el grupo de trabajo.

Hay quienes piden la renuncia de la Fiscal de la Nación por las afirmaciones de la ex fiscal Castro que sería amiga del ex presidente ¿Esto basta para que caiga?

Con lo que tenemos hasta ahora no se fundamenta una renuncia porque estamos hablando de suposiciones que lanzan los actores interesados. He tomado conocimiento que abogados de investigados están diciendo que tendría que renunciar. Algunos periodistas que se han visto involucrados en estos hechos, como Phillip Butters, han indicado que tendría que salir. La Fiscal no tendría que ser destituida, en todo caso, tendría que investigarse. Hay que tener en cuenta que no estamos ante cualquier decisión, estamos hablando de descabezar al Ministerio Público cuando la Junta de Fiscales Supremos está muy debilitada. Destituir a la Fiscal de la Nación por un hecho que no ha sido corroborado es un despropósito y se agrava porque en este escenario estamos ante investigaciones importantes. No solo es el caso de los CNM audios, es el caso Lava Juez, el caso del Golpe de Estado del 14 de noviembre que involucra a actores políticos que están en el poder como el señor Merino. Una salida de la Fiscal de la Nación es descabezar al Ministerio Público en la peor situación nacional e institucional que se ha dado desde el año 2000.

¿El allanamiento realizado el día de ayer de la casa del jefe del Comando Conjunto de la Fuerzas Armadas y otros generales hechos por otra fiscalía, es como dicen algunos medios una cortina de humo de la fiscal Ávalos o podría ser una maniobra para forzar su caída?

No hay una razón conductual entre ambos casos como para poder decir que es una cortina de humo. Sin duda, la coincidencia hace parecer como que así fuere, pero lo cierto es que no tiene la fortaleza de que sea así. Hay que tomarlo con pinzas y lo que se tiene que ver para descartarlo, es atender a la justificación fiscal con las razones de este allanamiento. Si es que la actividad fiscal está debidamente motivada, es transparente, da a conocer los indicios por los cuales están siendo detenidos, ahí se descarta la cortina de humo. Si es importante que la Fiscalía explique mejor para que las posibles preocupaciones sean disipadas.

¿Qué se puede hacer desde la sociedad civil ante esta situación?

La sociedad civil no debe dejar de pronunciarse porque sino el debate y la comprensión van a estar en manos de los interesados en que las investigaciones vayan mal, además, los medios de comunicación tienen que darle voz a la sociedad civil porque está legítimamente preocupada. Se debe recordar dos cosas: Primero, no hay que satanizar a las fiscales que han sido removidas y es importante que sepan que en su momento cuando fueron reconocidas, fue por todo el trabajo que habían llevado adelante. No los han llevado sin errores y estos no deben ser justificados, pero tampoco deben servir para desaparecer todo lo realizado. Lo segundo es visibilizar la situación estructural, porque esto no es un problema de malas fiscales y tampoco de que se les dé la razón a personas como Chávarry, que decía que Vizcarra tenía un plan macabro para hacerle daño. Es un problema de estructuras porque la institución no da garantía a sus fiscales cuando investigan el crimen organizado que involucra a actores de la propia institución. La Fiscalía necesita ser acompañada por la sociedad civil para que sea observada cuando investiga el crimen organizado, que comunique lo avanzado y tenga presión de resolver problemas internos.

Finalmente, estamos en un proceso electoral en marcha, pero ¿por qué el tema está un poco ausente de la campaña electoral?

Por lo general, el sistema de justicia ha sido la última rueda del coche, algunos planes de gobierno mencionan ciertas propuestas, pero si no son evidenciadas, es porque muchos de los candidatos están involucrados en investigación o podrían estarlo. Siendo así, hablar de una propuesta de gobierno sobre mejora de la justicia o de la Fiscalía es abrirse una puerta para la fiscalización real. No me imagino que sea el primer punto de debate, por ejemplo, de la candidata Keiko Fujimori,ya que eso parecería más bien una propuesta más sobre cómo interferirla antes de buscar promover su independencia.