Derechos pendientes
La designación del congresista Guido Bellido como Presidente del Consejo de Ministros ha generado diversos comentarios, algunos de ellos por sus lamentables declaraciones homofóbicas en contra de la comunidad LGTBIQ+ así como por su falta de condena al terrorismo.
Sin ánimo de excusar al premier Bellido, pues en efecto ha tenido posturas discriminatorias repulsivas y condenables, es importante poner también en agenda las necesidades del otro Perú, precisamente del elector rural que ha puesto al profesor Pedro Castillo en Palacio de Gobierno. Así en Chumbivilcas, una de las 13 provincias de la región Cusco, lugar de origen del premier, hay ciertas luchas y derechos aún no conquistados. Una de esas luchas es la del corredor minero por el cual hace varios años hay diversas protestas por el flujo de camiones así como por el saneamiento legal de los terrenos comunales, y en ese contexto hablar de derechos LGTBIQ+ es aún un sueño utópico, sobre todo en las zonas rurales donde prima la cultura del machismo patriarcal, donde las tasas de violencia contra la mujer aún no se reducen, y donde además el hecho de denunciar y romper con el ciclo de violencia no tiene una garantía de protección por parte del estado, y mucho menos “salir del closet” que es casi como ir sentenciado a la horca o al exilio. El Premier encarna esa cruda realidad que nos negamos a ver o miramos con desdén, y que están presentes tanto en la estructura cultural de las comunidades como en la formación conservadora que se imparte en instituciones públicas de educación superior, donde además aún perviven discursos de izquierda que en pleno siglo XXI, poco abiertos al diálogo y seguros de que si verdad es la única verdad.
Es así que, en la tierra de los qorilazos los problemas y demandas aún son las del siglo XX, y quizá esta sea una oportunidad para pensar en los problemas y soluciones pendientes para todos los peruanos, donde el derecho a la identidad también signifique el acceso a una vida digna con acceso a agua potable, educación, salud de calidad, agricultura tecnificada que permita mejorar la calidad de vida, puesto que solo el 25% de cuenta con un sistema de riego 1, y el reconocimiento a sus poblaciones indígenas.
Necesitamos mirarnos con empatía y trabajar en la construcción de un país de todos y para todos en la que los ciudadanos rurales y urbanos nos sintamos representados, conociendo y escribiendo nuestra propia historia.
Footnotes
-
Segunda ola de la COVID-19 en Espinar y Chumbivilcas: demandas no atendidas, exclusión y efectos a la salud y economía – Derechos Humanos Sin Fronteras ↩