Día Internacional de la Mujer: cuando los gestos reproducen los estereotipos de género
Antropólogo de la Universidad Nacional de San Cristóbal de Huamanga y y Educador de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos
gabo.gomeztineo@gmail.com
Cada 8 de marzo se conmemora el Día Internacional de la Mujer, recordando la muerte de más de un centenar de mujeres trabajadoras en New York, que reclamaban por salarios iguales a los varones y murieron en el incendio de la fabrica en la que trabajaban. Esta fecha trágica sirve para llamar la atención sobre el rol de la mujer en la sociedad, y permite analizar y comprender la situación de exclusión y marginación en la que aún viven millones de mujeres en el mundo.
Vivimos en una sociedad patriarcal que aún no logra comprender la necesidad de la equidad y una convivencia que no haga distinción por géneros. El machismo y el patriarcado están tan arraigados en la cultura y sociedad que muchos de manera inconsciente reproducen los estereotipos asignados por la sociedad a las mujeres. Esto se hace muy evidente en fechas conmemorativas como el 8 de marzo, cuando vemos a las autoridades brindar regalos como flores o chocolates y, felicitar y abrazar a las mujeres como si se tratara de un día de fiesta. Incluso en estos tiempos se tiende a mercantilizar la fecha, y vemos que las empresas ofrecen productos con precios especiales “por el día de la mujer”.
Pero lo más ridículo que se ha visto en diversas regiones del país es cuando se realizan marchas por este día y quienes van adelante, como figuras centrales, son las autoridades varones, sea el gobernador regional, el alcalde o el prefecto, lo cual evidencia que las buenas intenciones terminan por replicar formas históricas y sociales que han hecho que las mujeres ocupen un lugar subalterno en la ubicación jerárquica de los espacios. Para corroborar ello basta ver las fotos oficiales de algunas entidades públicas en las que las autoridades principales salen al centro y las mujeres salen a los costados. Es importante evidenciar que estas formas colonizadas del patriarcado también deber ser cuestionadas y desterradas del imaginario social. Otra imagen común es ver a las principales autoridades reunidas -en este día- para tratar la problemática de la mujer, y son acompañados por mujeres vestidas con atuendos que caracterizan a su cultura y lugar de origen, como parte del decorado del momento. Así, también en su día, las mujeres son cosificadas e incluso en las zonas de la Amazonía son sexualizadas por “el disfraz” que deben usar.
Sin duda el Día Internacional de la Mujer debe ser una fecha conmemorativa para educarnos y cuestionar las asimetrías que aún arrastramos como sociedad en desmedro de las mujeres. Las ideas machistas están presentes permanentemente, incluso hay gente que se burla de las marchas que organizan las mujeres o intentan prohibirlas. Los estereotipos machistas, sexistas, misóginos están ahí justificando las agresiones y la negación de derechos a las mujeres. Cuando hablamos del enfoque de género en la educación como una propuesta para formas ciudadanos y ciudadanas con sentido equitativo, salen grupos a negar este derecho y a defender este modelo de sociedad machista y violentadora.
Al conmemorarse un año más del Día Internacional de la Mujer, la tarea es seguir aprendiendo y cuestionado formas que inconscientemente nos llevan a reproducir la cosificación de la mujer. Creemos que estos gestos y formas deben ser reflexionados y cuestionados por los funcionarios, técnicos y políticos del Estado en todos sus niveles, sobre todo por quienes trabajan políticas públicas en favor de la equidad. Quizás una forma más justa y un gran mensaje para la ciudadanía sería ver a las autoridades acompañando las marchas de las mujeres pero en las filas de atrás, dejando que las mujeres las encabecen para comenzar a saldar simbólicamente una deuda histórica.