Eduardo Ballón: “El desafío que tiene el Presidente, en el corto plazo, es decidir y comunicar”
Corresponsal en Ayacucho
El gobierno de Pedro Castillo, que lleva en el poder sólo un mes y 12 días, muestra profundas debilidades políticas y de gestión. Asimismo se han presentado situaciones que evidencian una falta de decisión del Presidente de la República. Mientras tanto, la derecha pretende aprovechar esta situación para posicionar el discurso de la vacancia presidencial. Para analizar este contexto, Noticias SER conversó con Eduardo Ballón, antropólogo, analista político e investigador de DESCO.
¿Qué ha caracterizado a este primer mes del gobierno de Pedro Castillo?
Yo diría que es desordenado, tumultuoso y con más ruido que nueces.
¿Qué es lo que explica el desorden que señalas?
Hay un problema fundamental de desconocimiento de lo que es el Estado, desconocimiento de la correlación de fuerzas y de la temperatura política que hay en el país. Y hay una mirada equivocada sobre como asumir la responsabilidad política de la gestión de gobierno.
¿Qué nos revela el nombramiento en cargos públicos de personajes que tienen serios cuestionamientos?
Nos revela la debilidad, la fragilidad de quienes ganaron las elecciones y eventualmente se amplifican defectos y debilidades que también tuvieron gobiernos anteriores, aunque las características y los pecados de los designados puedan ser diferentes. Son similares porque conciben el Estado como un aparato que “yo controlo y sobre el cual decido”.
A partir de lo que el Premier expuso en su presentación ante el parlamento y otras decisiones gubernamentales ¿está clara la ruta que seguirá el gobierno de Castillo?
La exposición que hizo el Premier Bellido, apuntaba fundamentalmente a tranquilizar al Congreso de la República. Y, la intervención, en particular, en las partes de economía y salud, apuntaba a responder a algunas acciones que se están dando en un ambiente polarizado. Sin embargo, más allá de ese esfuerzo, no aparecieron con claridad ni los ejes, ni las medidas, ni las políticas del gobierno que se inaugura.
¿Cómo calificaría el desempeño del Guido Bellido como Presidente del Consejo de Ministros?
Yo tengo la impresión que el señor Bellido es parte de la debilidad y de los problemas de la actual gestión, porque facilita la dinámica de polarización, cuestionamiento y enfrentamiento sin tregua, que con distintas formas ha impulsado una derecha que no acepta el resultado de la elección.
¿Cómo interpretar la poca resolución del Presidente sobre asuntos que perjudican a su gobierno, como sucede en el caso del Ministro Maravi?
Diría que hay un problema de comunicación, que es fundamental y que va más allá del caso del ministro Maraví o de cualquier caso puntual. Estamos frente a un Presidente que se muestra desconfiado, que es sumamente hermético y que tiene dificultades para decidir y, que adicionalmente no comunica y que justifica su renuencia a comunicar, por el manejo que hay en los medios y el trato que estos le han dado desde que apareció como una figura pública nacional. Y hay que señalar que ese argumento tiene una dosis de verdad. Ahora, lo que es clarísimo es que comete un error grave al no comunicar y al no hacerlo con claridad, de la misma manera que comete un error grande al no decidir. El caso del ministro Maraví demuestra, por lo demás, las tensiones y contradicciones que se pueden observar al interior del gobierno nacional y en lo que uno puede visibilizar a la poca articulación de algunos sectores en el gobierno.
El factor Vladimir Cerrón ¿en qué medida es peligroso para la estabilidad del gobierno de Castillo?
Más allá de las tensiones que son evidentes, el debilitamiento de Castillo afecta a Cerrón, por lo tanto, un interés fundamental, en la propia perspectiva del Perú Libre y de Cerrón, debería ser contribuir, garantizar y empujar una buena gestión y capacidad de decisión de Castillo, midiendo la correlación de fuerzas que existe en el país. Pero lo que vemos es que las declaraciones y posicionamiento de Cerrón más bien contribuyen a la lógica de la derecha, que busca, entre otras cosas, generar un enfrentamiento entre los distintos sectores del gobierno para deslegitimarlo y debilitarlo más.
Tomando en cuenta todas estas dificultades que posee el gobierno ¿ qué es lo que debe hacer el Presidente Castillo?
A mí me ha sorprendido la capacidad del presidente para no distanciarse de una gestión con evidentes problemas y que es sujeto de una demolición sin tregua, a través de los medios masivos de comunicación. Ahora, esa situación, no puede prolongarse indefinidamente. De otro lado, es más o menos claro, que la población no quiere que la polarización se mantenga. Por lo tanto, el desafío que tiene el Presidente, en el corto plazo, es decidir y comunicar, y decidir significa resolver esta situación de cuestionamiento y debilidad a la que ha contribuido su propio gobierno.
¿Cree que ese discurso de la vacancia presidencial pueda tomar fuerza en un corto plazo a nivel de las bancadas congresales?
La derecha no tiene la fuerza ni el músculo suficiente para vacar a Castillo. Ni Castillo y el ejecutivo tienen la fuerza y el músculo suficiente para cerrar el Congreso, yo partiría de eso. Asimismo, estamos frente a un Parlamento donde cerca del 75% de los representantes, de absolutamente todos los partidos, se inscribieron en el partido por el cual compitieron al último momento del año 2020 o simplemente no lo hicieron. En otras palabras, es un Parlamento cuya lealtad y disciplina a decisiones partidarias es relativo, un parlamento donde además hay dos partidos: Acción Popular y Alianza Para el Progreso, que sienten y tienen elementos para creer que ganan y acumulan desgastando al gobierno, sin jugar a la vacancia, porque sienten que va en contra de sus intereses. En ese juego de prolongarse, como es obvio, pierde el país, pero van a seguir perdiendo todos los actores políticos. Recordemos que la gente no cree en la política y una de las razones que tiene que ver con el elemento identitario de la aceptación de Castillo es que no ha sido parte del elenco habitual de la clase política de este país.
En este contexto y lo que probablemente se viene ¿hay posibilidades reales de encaminar el cambio de la Constitución Política?
El tema no pasa ni por Castillo, ni por la relación entre el Ejecutivo y el Congreso, el tema pasa por el nivel de la movilización, por la fuerza, por el músculo que demuestre la sociedad, porque este Congreso no va aprobar una Asamblea Constituyente y de eso no hay la menor duda, y es claro que la única vía posible de darle fuerza al tema y abrir el debate constitucional es la vía de conseguir los dos millones y medio de firmas, al estilo del caso FONAVI.