Eduardo Ballón: “La democracia está en riesgo hace rato”
Corresponsal en Ayacucho
Cada una de las bancadas del Congreso de la República, al igual que el Ejecutivo, ha aportado su cuota para una nueva crisis, que ha vuelto a colocar en debate la vacancia de Martín Vizcarra, al parecer seriamente comprometido en hechos de corrupción. A su vez, los intereses de quienes buscan su salida van en contra de nuestra endeble democracia y la institucionalidad. Todo en ello en medio de un proceso electoral en curso. Para analizar esta situación, Noticias SER conversó con Eduardo Ballón, antropólogo e Investigador principal del Centro de Estudios y Promoción del Desarrollo (DESCO)
Aprobada la moción de vacancia contra Vizcarra ¿Qué incentivos tienen las bancadas para provocar la caída del presidente?
Diría que son varios incentivos los que tienen las bancadas, lo que no quiere decir que éstas sean necesariamente virtuosas. Es Unión por el Perú, claramente, quien lleva la voz cantante y busca la postergación de las elecciones. Hay un segundo grupo de bancadas, en el que está Podemos, por ejemplo, interesadas en un escenario que les permita negociar las investigaciones sobre diversos casos de corrupción. Y hay parlamentarios que están interesados, de un lado, en prolongar su permanencia en el Congreso y del otro, en aprobar rápidamente el regreso del Senado, para que sean elegidos el 2022, y así, seguir en el Congreso. Ahora bien, las acusaciones son más graves y sin ninguna duda deben investigarse. De encontrar culpable a Vizcarra, deben castigarlo con todo el rigor de la ley.
__La pretensión de postergar las elecciones generales 2021, así como extender el periodo del actual congreso ¿es realmente viable? __
Legalmente no es viable, porque las elecciones ya están convocadas, tiene una fecha y un plazo. Además el Jefe de la ONPE ha salido en los medios señalando que por ningún motivo las elecciones serán fuera del domingo 11 de abril. Sin embargo, estamos en el Perú, y tenemos un Congreso que no es precisamente virtuoso en su respeto a las normas y a sus funciones. Podría señalar un ejemplo concreto: Edgar Alarcón, que es uno de los acusadores del presidente. Si se cumplieran las normas y el orden, si el Congreso cumpliera sus funciones, Alarcón ya habría sido desaforado.
__Está claro que las intenciones de los actuales parlamentarios no son nada virtuosas, pero ¿Cuál es el riesgo real para el estado de derecho? __
Lo que ocurre es que tenemos un sistema democrático y un estado de derecho bastante vaciado de contenido. Y tenemos un Congreso que en los próximos sesenta días quiere elegir a un Tribunal Constitucional a su medida. Tenemos unos candidatos que de ser elegidos, nos van a hacer extrañar a los magistrados que se van, y éste no es precisamente un gran Tribunal Constitucional. Tenemos un escenario muy complicado en medio de la pandemia, con una cantidad de gente que no va a salir a la calle a defender una democracia que no le ha dado mucho.
¿Cuál es la posición más equilibrada en este momento? Los extremos son avalar una eventual impunidad de Vizcarra o apostar a ciegas por una vacancia.
Yo no veo cuál es la manera de avalar la impunidad de Vizcarra, porque él está bajo investigación. Hay una disputa al interior de la Fiscalía, porque hay un grupo de fiscales que están decididos a encontrar, si las hubiera, las evidencias que lo condenen. Estando el asunto en el Ministerio Público y dada las pruebas de su evidente autonomía frente a Vizcarra, no veo cómo desde ahí se le pueda asegurar la impunidad. Luego, el grueso de los medios de comunicación están contra Vizcarra, están levantando las investigaciones, ellos tampoco le van a asegurar la impunidad. Tercero, en su tiempo en el gobierno, Vizcarra se ha construido una cantidad enorme de enemigos. En ese escenario no veo el riesgo de su impunidad. Riesgo de que intervenga y presione a la fiscal, sí existe, pero con el peso y fuerza de los medios, con el Congreso que se tiene y con todos los reflectores sobre él, creo que ese es un riesgo menor. Sobre el riesgo de que el Congreso postergue las elecciones, tienen el interés, pero eso no quiere decir que tiene las cartas para lograrlo.
En cualquiera de los escenarios ¿hay riesgo para la democracia?
Creo que la democracia está en riesgo hace rato, y no sólo las encuestas lo demuestran, sino la distancia de los peruanos y peruanas con lo que está ocurriendo. No es que la gente sienta que se le va la vida entre defender que Vizcarra se quede o en conseguir que Vizcarra se vaya.
Todo este proceso se da en medio de un proceso electoral ¿Cuál diría que es la principal característica del mismo?
Su fragmentación absoluta y, por lo tanto la enorme probabilidad de que el Congreso resultante de las elecciones del 2021, repita los pecados y los problemas de la representación actual y hasta amplificándolos. Fernando Tuesta cree que habría por lo menos siete bancadas, pero creo que se queda corto, yo estimo que podrían ser nueve o diez bancadas, dónde una buena cantidad de los futuros parlamentarios no serán leales a nadie.
La alta preferencia electoral de George Forsyth ¿es sostenible en el tiempo?
Me da la impresión que es difícilmente sostenible en el tiempo, por tres razones. Primero, Forsyth es un personaje fundamentalmente limeño y en el mejor de los casos, urbano. En segundo lugar, no tiene un partido, ni una propuesta y tiene mucho pragmatismo. Está reclutando a gente de distintas orientaciones y tendencias, tratando de aparecer como un candidato que se pone al centro. Y, tercero, veo difícil que el candidato soporte una campaña con reflectores, medios y gente, que a pesar de no estar concentrados en programas y propuestas, van a buscar que hable y cuando hable, van a encontrar vacíos bastante grandes y contradicciones.
¿Cuál es su análisis sobre la candidatura de Verónica Mendoza, ahora, con Juntos por el Perú?
Verónica Mendoza tiene un cierto capital político personal como resultado de su performance de 2016. Es claro que ha perdido una parte importante de ese capital; sin embargo, la parte que conserva, la ha posicionado en las fotos iniciales en un lugar relativamente expectante con un porcentaje bajo, sin embargo más alto que el que tuvo cuando se lanzó en el 2016. Su debilidad mayor es que no tiene una organización propia, es decir, ha tenido que escribirse en otra organización, que a su vez es una suma de varias. Así que su desventaja es su capacidad de decisión. Tiene la ventaja de una cierta territorialidad en lo que puede ser su electorado, donde el sur eventualmente puede ser recuperado, porque diera la impresión que no aparecerá ningún candidato significativo a su izquierda. Pedro Castillo de Perú Libre no me parece un candidato que tenga esa posibilidad.
¿Qué revela la crisis del Frente Amplio?
Tengo la impresión que el señor Arana ha evidenciado una grosera voluntad de suicidio. Ya había dado algunas muestras de ese asunto en el pasado, al desconocer el papel que sin duda tuvo Verónica Mendoza en el 2016 y al ser el propio protagonista del conflicto que terminó en la ruptura de lo que fue el Frente Amplio. Ahora repite la película en el nombre de la pureza, una virtud que supongo que aprendió en su tránsito por el sacerdocio.
__El fujimorismo camina entre el segundo y tercer lugar de preferencia electoral ¿Se podría esperar que Keiko subirá su nivel en la preferencia electoral? __
El fujimorismo está partiendo de su base dura. La foto de las encuestas lo que nos muestra es más grande de lo se creía. El mensaje que el fujimorismo está mandando es que ha resuelto la relación con el “albertismo”, incorporando a figuras como Alejando Aguinaga. Simultáneamente busca presentarse como fuerza razonable y relativamente moderna, para ello convocan a Nano Guerra García como jefe de su plan de gobierno. Da la impresión que el fujimorismo, al igual que Mendoza, dependerá de la campaña que realice. En el plazo inmediato, el fujimorismo y Mendoza serán el blanco de los medios de comunicación, obviamente por razones distintas, aunque Mendoza será el objeto favorito del bullying de los medios y de los demás candidatos.
Hernando de Soto, con un equipo de campaña ligado al mundo empresarial y figuras vinculadas previamente al fujimorismo ¿tiene posibilidades en este proceso?
Lo que ocurre es que la derecha tendrá que elegir entre un abanico absolutamente fragmentado, con no menos de diez u once candidaturas, tienen que precisar dónde van a concentrar sus esfuerzos. Me da la impresión que tienen dos espacios posibles, uno es De Soto, el otro es Alfredo Barnechea, si finalmente llega a ser el candidato de Acción Popular.
Los candidatos presidenciales de AP, APP, PODEMOS, Partido Morado, ¿tienen opciones o sentirán el golpe por la desaprobación que posee hoy el Congreso?
Yo creo que a algunos, a los más groseramente comprometidos, los puede golpear. Tengo la impresión que la gente votará por caras, por nombres y en esa votación, el peso de este Congreso será relativo. A uno que otro candidato le preocupa y eso explica, por ejemplo, el posicionamiento reciente de Acuña y Alianza para el Progreso rechazando la vacancia de Vizcarra.