Opinión

El paro de los trabajadores de la agroexportación en Ica: una lucha sindical

Por Víctor Caballero Martin

Sociólogo

El paro de los trabajadores de la agroexportación en Ica: una lucha sindicalFoto: APN noticias

El paro de los trabajadores de las empresas agro exportadoras en Ica, para mí no ha sido una sorpresa. Lo preveía hace tiempo. Hubo varios intentos de lucha de los trabajadores para que sus demanda sean atendidas. Las denuncias de maltratos y de relaciones laborales tercerizadas se acumulaban pero no tenían el respaldo social y político que exigían ni de los empresarios ni del Ministerio de Trabajo. Recordemos: la Ley de Promoción del Sector Agrario, Ley 27360 la aprobó el gobierno de Fujimori por iniciativa de su ministro de agricultura y empresario agropecuario José Chlimper. Sus beneficios se extendieron por 20 años, y fue ampliada por diez años más por el Congreso bajo dominio del fujimorismo antes que sea disuelto. Vizcarra lo promulgó por Decreto de Urgencia DU 043 – 2019 en diciembre pasado, antes que venza el plazo de vigencia.

La pregunta de por qué siendo una demanda sentida recién ahora tomó la fuerza necesaria como para obligar al gobierno a sentarse a negociar, puede interpretarse de diversa manera. Lo que es evidente es que lo que se ha producido en el país es un cambio significativo en la hegemonía política; ya no está el fujimorismo dominando el Congreso; la derrota que han sufrido los grupos más conservadores que intentaron hacerse del gobierno con la vacancia de Vizcarra, han terminado arrastrando a los grupos empresariales que sustentaban la hegemonía fujimorista.

Si bien lo que se vive ahora es un interregno político en donde hay todavía hegemonías en construcción, lo que es evidente que la crisis que se arrastra desde el 2016 con el increíble y feroz enfrentamiento entre el fujimorismo en el Congreso contra PPK y luego integrando una coalición que vacó a Vizcarra, abrió las puertas de par en par a la movilización social, despertó las pasiones y la bronca acumulada de la población excluida de los beneficios que el fujimorismo otorgó a los agro exportadores.

Es indudable que los dirigentes de los diferentes grupos de trabajadores han tenido una mejor lectura de los hechos. El inicio de un nuevo gobierno siempre es una buena oportunidad para pedir que sus demandas se atiendan y resuelvan. Mejor aún, si este gobierno surge luego de la derrota de una coalición de ultraderecha que quiso hacerse del poder mediante un juego de manos en el Congreso.

Debemos tomar en cuenta que las luchas sindicales sino van cubiertas y protegidas por una movilización popular no tienen perspectivas. Y eso es precisamente lo que han logrado los trabajadores agrícolas de las agro exportadoras: la simpatía popular de la población y la atención de los medios de comunicación respecto de los puntos más críticos de una ley que ampliaba los beneficios hasta el 2031 a las empresas agroexportadoras y mantenía las condiciones laborales de sus trabajadores sin derechos sindicales, sin reconocimiento de sindicatos, sin negociación colectiva; y peor aún, sujetos a la dominación y control de empresas “service” que intermediaban en la relación empresario – trabajadores, en desmedro de estos últimos.

Ahora este paro, si bien tiene que ver con las empresas agroexportadoras no es propiamente una lucha agraria, sino una lucha sindical. El error garrafal de los agro exportadores era considerar que estaban inmunes a las demandas sindicales por la Ley 2830 y por el DU 043 – 2019. Si bien en estas leyes había un título referido a las relaciones laborales, impropiamente consideraron que toda demanda laboral traía abajo la Ley en referencia; amarraron así lo que es propiamente una demanda sindical al futuro de la agro exportación.

Los representantes de los agro exportadores en lugar de analizar la realidad que tenían al frente apelaron a lo más fácil: “terruquear” a los movilizados, peor aún, le echaron la culpa a la policía por no estar a las 4 de la mañana en los puntos de concentración para contener y dispersar a los trabajadores; a continuación sus escribas, entre ellos, un inepto e incompetente ex ministro del interior, sacó un twiter con una foto de un bus incendiado (foto sacada maliciosamente de una movilización en Chile) acusando a la “generación del bicentenario” de ser los agitadores de esa movilización de trabajadores.

No quisieron entender que el momento político era otro: que la policía, después de lo ocurrido en Lima con la muerte de dos jóvenes que ocasionó la caída del Gobierno y de sus mandos policiales, ya no iban a cometer ese error de enfrentarse a los movilizados en acciones que podrían ocasionar nuevas víctimas.

Lo conveniente, lo más aconsejable era que los gremios agroexportadores organizados se sienten a la mesa a una negociación sindical con los representantes de los diferentes grupos de trabajadores. Al fin y al cabo una negociación entre el capital y el trabajo no significan el fin del capitalismo, y menos el fin de las empresas agro exportadoras

Qué es lo que tienen que hacer, desde mi punto de vista. Hay varias iniciativas que deberían concordar, como las siguientes:

a) Reconocer que tienen al frente a un gremio sindical, o a una suma de gremios que aún no están centralizados para establecer una agenda de negociación. Tienen que aprender de la Cámara de la Construcción que llega a pactos colectivos con los sindicatos de construcción civil, por ejemplo.

b) Si bien por la ley 27360 los trabajadores no tienen la posibilidad de organizar sindicatos ni negociar pliegos sindicales, ya la realidad es otra: los gremios de trabajadores existen, son una realidad, por tanto, lejos de negarse a reconocerlos, tienen que sentarse a negociar (juntos o por separado) con ellos sus pliegos de reclamos. En un principio, como es lógico las plataformas pueden contener puntos que no son de fácil solución o que no responden a una negociación sindical, pero para eso están las negociaciones, para llegar a puntos de acuerdos.

c) No es la primera vez que se establecen negociaciones con los sindicatos de trabajadores eventuales del agro. Recuerdo que en la CCP existían sindicatos de trabajadores eventuales en la costa norte y en Ica, integrado por arroceros y algodoneros que lograron que se les reconozca leyes laborales específicas para su sector.

d) Ahora lo que hay es una revitalización de los sindicatos de trabajares agrarios eventuales, el Ministerio de Trabajo debe reconocerlos, pero sobre todo, los empresarios tienen que reconocer y aceptar su existencia.

Los éxitos que han tenido las empresas agroexportadoras y los enormes beneficios obtenidos por las leyes que les dieron condiciones preferenciales por más de 20 años, han hecho más ricos a sus dueños, sin que exista una proporción con la situación económica y social de los trabajadores. Los trabajadores lo que demandan es precisamente eso: que los beneficios se redistribuyan, que las enormes ganancias de los empresarios sean extendidas también a los trabajadores y a los centros poblados donde viven.

Si los gremios agro exportadores y sus empresarios no logran canalizar estos conflictos por la vía de la negociación sindical, y por el contrario siguen los consejos de sus ineptos e incompetentes escribas, lo que van a tener es una mayor protesta social con consecuencias imprevisibles de violencia. Peor aún, producto de esa mala estrategia de negociación ahora se encuentran en la situación que ellos no se imaginaban: la derogatoria de la Ley de Promoción Agraria N. 27360 y el DU 043- 2019.

Ya los tiempos han cambiado, para bien, creo. No se debe reclamar mano dura de parte del Estado, ni terruquear a los trabajadores sino canalizar la demanda hacia una buena y positiva negociación laboral sindical. De ellos saldrán fortalecidos todos: los gremios empresariales, los gremios sindicales y el propio Ministerio de Trabajo.