Opinión

El quechua en el año del Bicentenario

Por Carlos Flores Lizana

Antropólogo y Profesor

El quechua en el año del BicentenarioFoto: Real Academia de la Lengua

Este es el primero de una serie de artículos alrededor del quechua y su importancia en la actual situación del país, en el año en que estamos empezando a celebrar el bicentenario de nuestra independencia. Hablar del quechua runasimi o lengua general de los Incas, es hablar de algo muy importante de nuestra identidad nacional ya que, esta lengua bastante maltratada a lo largo de la historia del Perú, constituye parte fundamental de nuestro ser. Conocemos en parte cómo esta lengua maravillosa ha sido maltratada porque se maltrató a sus hablantes, al pueblo andino que lo hablaba y que con esa lengua logró construir una sociedad tan admirada por nosotros pero aún más por otras sociedades. Las maravillas del patrimonio arqueológico material e inmaterial del que gozamos y adquirimos ingresos se hizo en esa lengua originaria y todas las otras que forman el mapa sociolingüístico de nuestro país.

El momento actual de nuestro trayecto histórico y el bicentenario de nuestra independencia son un buen momento para revisar la importancia del quechua en este camino y sobre todo para el futuro que tenemos que construir todos juntos. La opinión general de muchos investigadores e historiadores de cómo ha sido tratada esta lengua, es que no fue valorada ni protegida, por el contrario fue despreciada y sistemáticamente se le trato de erradicar a través de las políticas de castellanización compulsivas y planificadas desde el estado colonial y desde los gobiernos que se instalaron desde 1821. Las dos instituciones que sirvieron para castellanizar a las poblaciones de lenguas originarias fueron la escuela y la Iglesia católica.

Evidentemente este proceso no es blanco y negro, pero desde mi experiencia de muchos años de convivencia con las poblaciones originarias quechuas como con las mestizas, puedo decir que no tenemos una experiencia positiva desde el Estado ni de la sociedad nacional, mestiza o blanca. El quechua fue despreciado porque quienes la hablaron y la hablamos hemos sido despreciados y explotados por esta sociedad mestiza o blanca, castellano hablante. El racismo y la injusticia social institucionalizada han ido siempre juntas. Hay también una historia de resistencia pero la batalla ha sido desigual y los resultados nos muestran la situación actual de nuestra lengua y sobre todo de los descendientes de esa gran civilización que admiramos pero que no valoramos ni respetamos realmente.

Así como esta historia social y cultural es compleja, de la misma manera el trato que se le dio a la lengua en sus distintas variantes ha sido variado y complejo, por ello es necesario dilucidarlo con calma y profundidad.

Por ello espero que estas reflexiones y datos que iré exponiendo sirvan para que los interesados también se animen a escribir y debatir estas visiones con el fin de diseñar políticas públicas de promoción de nuestras lenguas originarias, en especial del quechua que es la lengua originaria más importante de nuestro país y de América del Sur.

Decía que es importante reflexionar sobre el momento actual de nuestro país en lo referente al quechua y sus variantes. Brevemente podemos decir que el momento actual hay una pugna por el tipo de variante que el Ministerio de Educación está imponiendo en sus textos para las escuelas, en especial para las EBI. La variante que se quiere imponer sin mayor debate ni medidas pensadas a futuro es la Ayacucho-Chanca con sus sonidos y giros propios lo mismo que con sus limitaciones y pobrezas. La hegemonía de esta variante también se da en muchos de los integrantes del mMnisterio de Cultura, en Radio Nacional y en Tv Perú (Canal 7), y entre los docentes de la Universidad Católica y de la Universidad Antonio Ruiz de Montoya.

La pregunta que me hago es ¿cómo han llegado a este punto? Me parece que fundamentalmente se debe a que en la época de la violencia terrorista entre los años 1980-2000, la mayoría de los migrantes a Lima por razones de sobrevivencia llegaron de las zonas donde se habla esta variante, departamentos como Ayacucho, Huancavelica, Apurímac, Junín. Según la Comisión de la Verdad y Reconciliación aproximadamente un millón de peruanos salieron de sus poblados para buscar zonas más seguras y se vinieron fundamentalmente a las ciudades de Lima, Ica, Ilo, Arequipa, Cusco, etc., y con su presencia y sus intelectuales locales se fueron ubicando en estas instituciones.

Lo que también se conoce es que opta porque el personal de estas instituciones pertenezca precisamente a esas zonas, salvo contadas excepciones. Esta política de discriminación real y efectiva ha dado sus resultados llevando a imponer textos de dicha variante en zonas como Cusco y Puno, con obvias protestas y reclamos. La Academia Mayor de la Lengua Quechua o Inca del Cusco ha sido aislada de tal manera que dicha variante es minoritaria en términos de estar presente en los libros y otros documentos, sobre todo de la educación bilingüe.

Además del peso de la migración forzada interna de los años de la violencia y el rol de los intelectuales en este fenómeno social complejo se debe añadir a que la Academia Mayor de la Lengua Quechua carece de un real liderazgo académico, social y cultural. No hay intelectuales dedicados a la lengua y su riqueza como en otras zonas del país. No tenemos suficientes lingüistas, especialistas en semántica ni semiótica en quechua que desde su especialidad aporten seriamente en la defensa, recuperación y modernización de nuestra maravillosa lengua. La política general del gobierno regional y municipal tampoco ha mostrado mucha iniciativa y liderazgo en este campo de la política respecto al quechua y la riqueza de la variante Cusco-Qollaw. Basta mirar la producción en términos de textos, diccionarios, reediciones de obras fundamentales en quechua, investigaciones, publicaciones, páginas webs, etc de los últimos diez años, la mayoría de ellos son iniciativas privadas o particulares. No es que sea una sequía total pero no hay abundancia como se lo merece la región de Cusco.

Hay muchos intelectuales de otros países que esperan de nuestra región y ciudad mucho más de lo que hacemos por nuestra lengua. Pienso que este retraso, que esperamos superar rápidamente, se debe también al centralismo limeño y la poca valoración nacional de nuestras propias lenguas. Los Incas fueron la sociedad política y económica que ayudo a la difusión y consolidación del quechua como lengua de sus habitantes, más allá de los debates todavía en curso sobre el origen de la lengua quechua o lengua general de los incas. No puede ser que este hecho histórico y cultural sea obviado y dejado de lado a la hora de promover el uso y vigencia de nuestra lengua originaria.

Pienso que olvidar intencionalmente esta realidad expresa una falta de conocimiento grave y de pobre perspectiva histórica en quienes lideran estas decisiones y políticas lingüísticas desde las instancias del aparato del Estado. Creo que promover y querer imponer una variante del quechua no ayuda en nada al crecimiento y riqueza de nuestra lengua. Por eso hace falta empezar a debatir sin posiciones petrificadas o interesadas en hegemonizar políticas públicas.

Creo firmemente que cada variante es una riqueza para nuestra lengua, cada variante tiene riquezas propias que tenemos que respetar y recuperar sin menoscabo de ninguna de ellas. Tengo la suerte de conocer casi todas las variantes de nuestro quechua y he podido comprobar la riqueza de cada una de ellas y también sus tendencias en lo referente al proceso de castellanización en la que se hallan, etc. El momento actual es de suma importancia para su crecimiento pero también podría ser para su muerte. Sabemos que el quechua es la lengua originaria más extensa de América y también sabemos que las nuevas tecnologías de la comunicación son una herramienta potente para su recuperación, difusión y modernización. Los jóvenes quechua-hablantes nos están señalando el camino con la creación de música y arte en general donde se está usando el quechua en sus distintas variantes. Ellos usan las computadoras y todas las redes sociales para comunicarse y compartir su quechua y su creatividad.

Estamos en el año del bicentenario nacional y es muy importante que seamos conscientes de que el quechua tiene que volver a ser una lengua con la que aprendamos y enseñemos historia del Perú, hidráulica y agronomía, medicina, ingeniería y zootecnia y otras ciencias exactas. El quechua no puede quedarse en la cocina, la chacra y el mercado solamente, tiene que volverse una lengua que sea capaz de hacer arte, música, teatro, filosofía, ciencia, prospectiva, espiritualidad, etc.

Espero la respuesta de todos los interesados en el tema como de los quechuahablantes de todas las regiones de nuestro país, de América y el mundo. Hay quechuas en todas partes del planeta y los recursos tecnológicos nos posibilitan intercambiar información y logros en nuestra lengua. Llegará el día en que conversemos, cantemos y nos riamos juntos orgullosos de nuestra lengua fabulosa. No olvidemos que toda lengua es una riqueza, y cada lengua que se salva, revive y florece es un triunfo de toda la humanidad.