Elecciones, desconfianza e indiferencia
A un mes de las elecciones generales persiste una enorme incertidumbre sobre los resultados de uno de los procesos electorales que menos interés han generado en la ciudadanía en las últimas décadas. Y aunque las encuestas muestran que la mayoría no tiene su voto definido, ninguno de los posibles desenlaces augura algo bueno para nuestro país.
Mientras por un lado la pandemia del covid-19 nos ha conducido a una grave crisis económica y sanitaria, con un enorme costo para las familias peruanas, de otro lado la deplorable performance de los diversos actores políticos –con y sin cargo público- ha profundizado la desconfianza de la ciudadanía hacia la política, que ya era grande luego del escándalo producido por el caso Lava Jato.
Los problemas se agudizan aún más por la pobreza de liderazgo y propuesta de quienes aspiran a la presidencia, desde quienes repiten gastadas promesas de cambio hasta aquellos que se llenan la boca de ofertas imposibles de cumplir, además de quienes tienen planteamientos regresivos y retrógrados en temas de democracia y derechos humanos. Frente a ello, un electorado hastiado y desesperanzado espera apenas emitir un voto resignado.
En cuanto al futuro parlamento, el escenario no es mejor. Lo que se prevé es que persistirá la fragmentación y la absoluta carencia de lealtades políticas. El futuro presidente o presidenta gobernará sin mayoría y, gracias a la negligencia del Tribunal Constitucional, con la amenaza de vacancia definida por el capricho de las puntuales alianzas que se generen con tal fin. En suma, en vez de la solución de la crisis política, lo que veremos en el siguiente período será muy probablemente una repetición de lo vivido, si es que antes no se salen con la suya quienes intentan sacar al presidente Sagasti de Palacio de Gobierno.
En Noticias SER consideramos que la crisis política que vivimos hace varios años, no se va a solucionar ni en las próximas elecciones generales, ni con sofisticadas reformas institucionales. El cambio pasa por una amplia renovación de la clase política, que todavía se ve lejana. A un mes de las elecciones, invitamos a nuestros lectores y lectoras a evaluar a profundidad su decisión, y a que busquen que su voto sirva para que algo comience a cambiar en nuestra política.