En camino hacia una crisis (aún) mayor
Falta menos de un mes para la segunda vuelta electoral y no es exagerado afirmar que la mayoría del electorado sigue sin tener claridad sobre las propuestas de Pedro Castillo y Keiko Fujimori para afrontar los urgentes problemas sanitarios, económicos y sociales de nuestro país, más allá de generalidades como “cambiar el modelo” o “mantener el modelo”.
Ni Castillo ni Fujimori comunican una visión clara del país. Pareciera que ninguna de las dos fuerzas en competencia esperaban llegar a la segunda vuelta. Esto es más claro en el caso de Pedro Castillo y Perú Libre, que más que un plan de gobierno cuenta con una suerte de manifiesto ideológico preparado antes de la pandemia, a lo que se agrega su dificultad para armar un equipo técnico. En el caso de Fujimori, el equipo que la acompaña está formado en buena parte por personajes de ingrata recordación de los años 90 del siglo pasado, lo que revela las dificultades para sumar a personas ajenas a su círculo político.
Por si fuera poco, ambos candidatos han optado por jugar “al gato y al ratón” sobre cómo, cuándo y dónde debatir, generando un espectáculo que pone en riesgo el rol de tribunal electoral del Jurado Nacional de Elecciones. Suma a ese espectáculo lamentable la decisión de los grandes medios de comunicación de convertirse en el aparato de propaganda del fujimorismo, tal como ocurrió en los años 90. La perjudicada es la ciudadanía, a quien se priva de contar con una visión balanceada de los equipos, trayectoria y promesas de ambos candidatos.
En este contexto, diversas iniciativas ciudadanas exigen a Fujimori y Castillo comprometerse a respetar los derechos humanos y la institucionalidad democrática. Si bien ambos se han manifestado de acuerdo, consideramos que, como ocurre con otras de sus promesas de campaña, su adhesión obedece únicamente a la búsqueda coyuntural de votos. Al no existir mecanismos para garantizar el cumplimiento de los compromisos, estos son utilizados por los candidatos para "lavarse la cara", especialmente en el caso de Keiko Fujimori, cuya trayectoria y la de sus asociados está plagada de ejemplos de un profundo desprecio por los derechos humanos y por las reglas de juego democrático.
En Noticias SER queremos expresar nuestra profunda preocupación por el devenir de la campaña electoral. Más allá de quien resulte ganador o ganadora, se asoma en el horizonte un escenario de crisis política, aún mayor al vivido los últimos cinco años. La combinación de pobreza de propuestas y demagogia a raudales de ambos candidatos presidenciales no va a desaparecer por arte de magia cuando uno de ellos asuma el gobierno.