Opinión

Encuestas: confianza en el anteojo, no en el ojo

Por Víctor Caballero Martin

Sociólogo

Encuestas: confianza en el anteojo, no en el ojoFoto: Presidencia de la República

Cuando se trata de leer las encuestas de opinión que cada mes elaboran tanto el IEP como Ipsos Perú, el foco del análisis siempre se centra en la evolución de la aprobación de Martín Vizcarra. Y claro, las interpretaciones siempre son monótonas: no cae en la aprobación porque las empresas encuestadoras están manipuladas, o porque está aplicando medidas populistas que destrozan la economía del país, o porque manipula a la población con el enfrentamiento con los congresistas (que están cada vez peor), y así.

Y en verdad, no cae, o mejor sus indicadores de aprobación no bajan del 50% desde hace un año. Hecho insólito a pesar de las graves denuncias de corrupción que se acumulan en la prensa y se investigan en la Fiscalía. Es más en plena agudización de la crisis económica, y de la devastación que está ocasionando el coronavirus en los sectores populares, la aprobación a la gestión de Vizcarra ha subido diez puntos en el sector socio económico D y E, y en la región Sur.

Entonces intentemos otra lectura. Ya no preguntarnos por qué no cae Vizcarra en sus indicadores aprobación, sino porque la opinión pública contraria a Vizcarra no logra remontar el 30%. Recordemos que en abril pasado, la desaprobación era del 7%, aunque en los meses siguientes tuvo un repunte hasta posicionarse en un 40% en el mes de agosto, para luego bajar seis puntos porcentuales.

Ensayemos algunas hipótesis al respecto. Juan de la Puente en su artículo de La República del 26/10/20 ensaya una interpretación interesante:

“La crisis parece haber sido racionalizada por la opinión pública que supera –en realidad utiliza– el conflicto de poderes: critica la vacancia, se mantiene a la expectativa respecto a otras acciones del Congreso o las avala (pensiones, por ejemplo) y acota el margen de maniobra de Vizcarra: la mitad cree que es el más perjudicado por una pugna que ha secuestrado la agenda pública.”

Perfecto. “la crisis ha sido racionalizada por la opinión pública”. Obviamente la racionalización supone cierto nivel de valoración de la oposición a Vizcarra. Se puede decir incluso que más que la oposición a Vizcarra lo que predomina es la desconfianza hacia quienes promueven por todos los medios la vacancia y la confrontación política desde el Congreso pasando por los grupos de poder que solapadamente convocan a que las Fuerzas Armadas dejen de respaldar al Presidente.

Si los que desaprueban a Vizcarra siguen pensando que lo pueden vacar y que el Presidente del Congreso debe asumir el gobierno, pues lo único que lograrán es que Vizcarra incremente o estabilice sus niveles de aprobación, y que la desaprobación de Manuel Merino y el Congreso crezca de manera proporcional.

Si los que creen que la campaña de demolición contra Vizcarra por los casos del Hospital de Moquegua y Lomas de Ilo, les puede traer un beneficio político en las próximas elecciones, lo único que lograrán es que la población no los considere como honestos o confiables.

La población desconfía de la política, y desconfía más aún de los políticos que bajo el manto de la lucha anticorrupción buscan hacerse del poder ahora.

Confianza en el anteojo, no en el ojo; en la escalera, nunca en el peldaño; ...

Confianza en muchos, pero ya no en uno; en el cauce, jamás en la corriente;

(César Vallejo)