Gerardo García: "Es importante reconocernos como un país plural y diverso, porque el Estado peruano ha sido monocultural y monolingüe"
Escritor y periodista
En marzo del año pasado empezó a funcionar la Central de Interpretación y Traducción de Lenguas Indígenas y Originarias (CIT), un servicio telefónico del Ministerio de Cultura para atender a las poblaciones indígenas en tiempos de pandemia. Noticias SER conversó con Gerardo García Chinchay, de la Dirección de Lenguas Indígenas, dependencia del Viceministerio de Interculturalidad, sobre el aporte de este servicio a la sociedad.
¿Cómo nació la idea de la Central de Interpretación y Traducción de Lenguas Indígenas y Originarias?
Ya tenía varios años en proyecto, pero se materializó el año pasado con el inicio de la pandemia. En este contexto, era necesario tener un puente entre el Estado y los ciudadanos hablantes de estas lenguas. En este siglo XXI, no se pueden vulnerar derechos como la salud solo por el hecho de no hablar el castellano.
¿Cuáles han sido sus primeras acciones?
Con el inicio de la pandemia, en marzo de 2020, el Ministerio de Cultura comenzó, a través de este servicio, una campaña de información en distintas lenguas, con traducciones sobre las medidas sanitarias para nuestros hermanos quechuas, awajún, shipibos, y todos los ciudadanos peruanos, ya sea en material físico o audiovisual. Se tuvo en cuenta sus características culturales y materiales, porque no todos tienen a la mano alcohol en gel o jabón; y se hizo énfasis sobre el uso de la mascarilla y la distancia física. En diciembre se lanzó el servicio telefónico de interpretación remota, en el que se llama a través de una central (01-6189383) o por videoconferencia; y el de traducción a lenguas indígenas. Hubo pacientes de pueblos indígenas trasladados a centros de salud en zonas urbanas, que tuvieron dificultades con diagnósticos y recetas en castellano. Estas dificultades se pudieron resolver con estos servicios.
Además de la central telefónica, ¿han pensado en el uso de celulares?
Por ahora se pueden usar los celulares para llamar a la central, en la que se atiende en aimara, asháninka, awajún, shipibo-konibo, ticuna y quechua en sus variedades ancash, chanka y cusco-collao. En la medida en que crezca la demanda, el servicio se va a ir afinando.
¿Han pensado en una segunda etapa con otras lenguas?
Hay una gran demanda en la zona andina, donde hay otras variedades de quechua, y también en la amazonía, que es un espacio importante. Con estas seis lenguas cubrimos el 90% de la diversidad lingüística; pero podemos incluir otras si hay más demanda, más aún con la segunda ola. Si amerita que necesitemos más intérpretes, haremos los cambios necesarios.
En abril tendremos las elecciones generales. ¿Cuál será el aporte de la CIT en este proceso?
Desde el año pasado estamos preparando materiales informativos sobre sufragio y derecho al voto en varias lenguas, en coordinación con la Oficina Nacional de Procesos Electorales (ONPE). Ya hemos hecho un trabajo similar con el Jurado Nacional de Elecciones (JNE) con el tema del Voto Informado, para que se conozca la trayectoria de los candidatos. Estamos validando materiales en lugares donde ir a votar puede ser complicado.
Han trabajado con el sector Salud y los organismos electorales. ¿Cómo va el trabajo con el Poder Judicial? Hace poco, en el juicio por esterilizaciones forzadas, la parte denunciante careció de traductor.
El Poder Judicial cuenta con una Oficina Nacional de Justicia de Paz y Justicia Indígena, con la que hemos trabajado antes en la formación de traductores especializados en justicia, que están dentro de su registro. En cuanto al caso concreto, nos hemos contactado con el juez a cargo de garantizar el derecho al debido proceso, que es la presencia de los intérpretes en los procesos, para que cuenten con estos profesionales y puedan recoger los testimonios de las denunciantes. La convocatoria del traductor es como la de cualquier profesional. Es un servicio y un trabajo que debe ser remunerado. En algunas audiencias no se cuenta con la persona ideal para hacer de intérprete.
¿Qué significado tiene para el país este servicio en la región?
La formación de traductores de lenguas indígenas en la región no es común, pese a que hay países con 50% de poblaciones indígenas, como Bolivia o Guatemala. Este servicio no existe en ningún país de la región, ni telefónica ni brindada por el Estado; lo que nos pone ante un reto importante como país. Ha sido importante en la garantía de derechos y para resolver temas como el covid. Para el futuro estamos formando traductores en algunas lenguas que nos faltan, como las de la amazonía, que hay que cubrir pronto. Ya tenemos ese diagnóstico y por eso sabemos dónde formar. La CIT va a permitir integrar otras acciones que realice el Ministerio de Cultura, como el monitoreo a otras necesidades de la población indígena. -
__¿Cuál es la importancia de la CIT en el año del Bicentenario? __
Históricamente, los pueblos que hablaban lenguas distintas se hacían la guerra; y los que hablaban una sola lengua tenían paz. Recordemos la historia de la torre de Babel en la Biblia: se crearon las lenguas y pelearon entre sí. En nuestro caso, es importante reconocernos como un país plural y diverso porque el Estado peruano ha sido monocultural y monolingüe. Eso ha costado muchísimo, pero ahora el Estado te dice “te atendemos en tu lengua porque vamos a garantizar tus derechos, y eso puede salvarte la vida”. En el año 2007 fue la primera vez que preguntamos por autoidentificación y las lenguas que hablamos. Tenemos una política que en otros países no existe o recién están comenzando. Somos referentes y pioneros en América Latina. Nuestro país ha sido elegido integrante del Comité Directivo para la organización del Año Internacional de las Lenguas Indígenas de la UNESCO. Allí conversaremos con nuestros pares en África y Asia para aprender también de ellos y de sus experiencias.