Gloria Cano: “Hay candidatos que expresan un desprecio a la vida y a los Derechos Humanos”

Ingresamos a la recta final del proceso electoral presidencial y, después de haber escuchado las propuestas y la confrontación de las mismas, se aprecian opciones que buscan retrocesos en la vigencia de los derechos humanos, y que peligrosamente tienen cierta aprobación en el electorado. Y de otro lado, se constata que la agenda de los sectores afectados por la violencia interna que demandan reparación y justicia, se ha perdido totalmente en el contexto electoral. Para analizar estos temas, Noticias SER conversó con Gloria Cano, Directora de la Asociación Pro Derecho Humanos (APRODEH)

Los candidatos Rafael López Aliaga y Pedro Castillo proponen el retiro del Perú del Pacto de San José para instaurar la pena de muerte ¿cómo debemos interpretar esta oferta electoral?

Con estas propuestas, hay candidatos que expresan un desprecio a la vida y a los Derechos Humanos. Además, el retiro del Pacto de San José no es fácil, porque para poder ejecutarse se tiene que dar un aviso con un año de anticipación, para que recién luego surta efecto. Sin embargo, el Pacto de San José es una de los convenios internacionales de protección a los Derechos Humanos, a las cuales tenemos derecho a acceder los ciudadanos cuando no encontramos justicia en nuestro territorio. El Perú es uno de los países que más casos tiene en el Sistema Interamericano. Actualmente hay diversos líderes sindicales y personas que han sido violentadas en sus derechos laborales, de opinión o de libertad de expresión, cuyos casos están pendientes de ser tratados en el Sistema Interamericano. Estos dos candidatos que ofrecen ese retiro, deben darse cuenta que le estarían quitando la posibilidad de justicia a millones de personas de nuestro país.

¿Por qué cree que a pesar de lo riesgoso de la propuesta de retiro de Pacto de San José, esas candidaturas tienen cierto respaldo?

Lo que ocurre es que hay cierta desesperación en las personas al ver la impunidad de nuestro sistema de justicia, que no funciona con la eficacia debida y que no condena a aquellas personas que han delinquido, entonces creen que es necesario aplicar penas mayores. Y, lo que están tratando de hacer los candidatos Castillo y López Aliaga es ofrecer la pena máxima como una señal de castigo, frente a un sistema que no está surtiendo efectos.

¿En qué medida las opciones electorales que mezclan las creencias religiosas con las propuestas políticas podrían llevarnos a retrocesos en el respeto de los derechos humanos?

Se debe entender que la situación de derechos no pasa por opciones religiosas o posiciones teológicas, en el Perú hay una separación de la iglesia y el Estado. Cuando tú miras a la sociedad desde el punto de vista religioso, con ciertos dogmas, comienzas a negarle los derechos a diversos sectores. Recordemos que hace muchos años la ley negaba derechos a los esclavos, a las mujeres y, se utilizaba la religión para señalar que los esclavos afrodescendientes o los indígenas no tenían derechos porque no tenían alma, o que las mujeres no teníamos la capacidad de raciocinio del hombre. Eso ha sido derrotado a través de los años que hemos ido caminando hacia la igualdad de derechos. Mirar los derechos desde un punto de vista religioso conservador tan radical es como regresar a la época de las cavernas.

La propuesta de varios candidatos de sacar a las calles a las fuerzas armadas para combatir la inseguridad ¿Qué riesgos trae en contra de los derechos humanos?

Nosotros ya hemos visto lo ocurrido en la época del terrorismo cuando se encargó a las fuerzas armadas la conducción de la guerra antisubversiva. Hubo miles de muertos, desaparecidos, torturados, así como personas violadas. Al parecer, no se ha aprendido la lección. Cuando se decretó el estado de emergencia por la pandemia, se sacó a las fuerzas armadas para el control de la población, algo que muchos aplaudieron pensando de que era una buena solución y, lo que obtuvimos fue un abuso contra la población LGTBI que fue sometida a vejámenes públicos, por algunos miembros de las fuerzas armadas que salían a patrullar. Muchas personas ven esto como la salida más fácil, cuando se sabe que la respuesta a la delincuencia no es un asunto netamente punitivo sino también social.

Llama la atención que un candidato procesado por crímenes de lesa humanidad pretenda llegar a la presidencia, como es el caso de Daniel Urresti ¿por qué eso no genera alarma en la ciudadanía?

No sólo está Urresti, porque aún hay investigaciones en el caso Madre Mía que implica al ex presidente Ollanta Humala. La ciudadanía debería cuestionar que personas que tienen una investigación judicial por responsabilidades de delitos de lesa humanidad pretendan conducir el país, ya que son personas que no tuvieron respeto hacia la vida de las personas. Lo que tenemos que hacer es aprender del pasado y respetar la vida, así como el derecho de las personas.

¿Qué revela que un candidato como Hernando De Soto cite en el debate electoral a un genocida como Abimael Guzmán?

Yo he escuchado con sorpresa esto de algunos candidatos. Al parecer, no importa cuál sea el mensaje, porque lo importante es salir en la noticia. Tal vez sea esa mirada “marketera” de la política, pero también es un gran daño a la población, porque precisamente la gente necesita saber cuáles son las propuestas de los candidatos, y no estar escuchando menciones a personajes que negaron la dignidad de las personas y que ocasionaron los mayores desastres en la vida republicana.

¿Cómo se explica que ninguno de los candidatos haya hablado de justicia y reparación para los afectados por el conflicto armado interno de los años 80 y 90?

Es un tema crucial para el país que ha sido invisibilizado de la agenda de los candidatos, porque el problema principal es el tema sanitario y el derecho a la salud, pero se están olvidando de un sector de la población que perdió a sus seres queridos, y cuya dignidad y su proyecto de vida fue afectado, y el Estado peruano no ha cumplido con la reparación ni con la justicia. Y durante esta pandemia tampoco se les ha tomado en cuenta ni por el Estado ni por el Ministerio de Justicia

Varios candidatos han criticado la migración venezolana y han anunciado que expulsarán y cerrarán las fronteras ¿se podría hablar de xenofobia en las propuestas de los candidatos?

El problema migratorio no se puede tratar de esa manera, los candidatos no le pueden echar la culpa de muchos problemas de inseguridad a los migrantes. Se generando situaciones xenófobas en nuestro país. Es cierto que hay que afinar el control migratorio porque hay algunas personas con antecedentes que han ingresado porque no hay un control o porque hubo corrupción en las fronteras. De otro lado conozco muchos migrantes que están trabajando en el sector salud y se les ha dicho que van a ser los últimos en ser vacunados a pesar de estar en la primera línea de atención. Esas situaciones de inequidad no se pueden aceptar.

¿Qué lectura tiene del asesinato de una familia a manos de una columna senderista en Huarcatán en el VRAE?

Hay que señalar con claridad que éstas son columnas de narcotráfico o narcoterroristas. No es una violencia como la vivida en los años 80, tienen otras características y otro tipo de liderazgo y hay que saber combatirlas. Los remanentes y las pequeñas columnas que han quedado de Sendero Luminoso en la zona del VRAE ya no forman parte de una visión política que tenía Abimael Guzmán, de tomar el poder y que todo mundo rechazó y rechaza, pero ahora son narcotraficantes y como tales se les tiene que combatir.