Gobierno y Congreso, cada vez más lejos de la gente
El lamentable fallecimiento del congresista de la facción magisterial de la bancada de Perú Libre por Tacna, Fernando Herrera Mamani, provocó la postergación del pleno donde se debatía el voto de investidura del gabinete Vásquez. Un debate pobre en ideas y argumentos, acorde con la formación política de nuestros parlamentarios, más preocupados por buscar una frase que les genere algún titular antes que en plantear alternativas al moderado mensaje de la presidenta del Consejo de Ministros.
La suspensión del debate también sirvió para constatar las fisuras de la coalición de gobierno, siendo el principal punto de divergencia el supuesto mandato del pueblo en las urnas por una nueva Constitución (aunque como bien sabemos todos, en las segundas vueltas la ciudadanía opta mayoritariamente por “el mal menor”). Al parecer, la preocupación por este tema llegó hasta al propio Presidente Castillo, que decidió agregarle un poco de pimienta al desabrido intercambio parlamentario, proponiendo que el Congreso apruebe una ley para estatizar o nacionalizar el gas de Camisea, provocando inmediatamente nuevas inquietudes en un desconcertado empresariado y el alza del dólar.
Castillo también se refirió a la vacancia presidencial, tan ansiada por ciertas bancadas, algunos grandes medios de comunicación y empresarios con alma de conspiradores, afirmando que “se habla mucho de la vacancia, pero yo la llamo ‘la vagancia’, porque solamente los vagos piensan en eso”. De esta manera lanzó un dardo directo contra sus opositores más radicales, y aunque luego se desdijo vía Twitter, el daño a los esfuerzos realizados por la premier Mirtha Vásquez estaba hecho.
En Noticias SER consideramos que tanto el Poder Legislativo como el presidente Pedro Castillo vienen malinterpretando el ánimo ciudadano, por lo que sus afanes de prolongar el clima de polarización electoral, solo acabarán incrementando la insatisfacción con la política en general. Un escenario en el que los más perjudicados no son los políticos, sino los ciudadanos y ciudadanas que no encuentran respuestas a sus problemas.