Nacional

Historias de Cambio: Jéssica Godoy Malqui de Totorabamba, Ayacucho

Por Estelí Reyes Leyva

Comunicadora y mediadora del libro y la lectura

Historias de Cambio: Jéssica Godoy Malqui de Totorabamba, Ayacucho Imagen: Asociación SER

En más de una ocasión, se ha hecho mención a los retos o las brechas que tienen que afrontar las mujeres rurales para ejercer sus derechos, tanto individuales como colectivos. ¿Cómo hacen para hacer frente al machismo en el que han -hemos- sido criadas y que está fuertemente enraizado en nuestro país?, ¿Cómo hacen las mujeres que no han tenido acceso a la educación o han recibido una educación limitada para ejercer su derecho a la participación ciudadana, política, en su comunidad?

La historia de Jéssica Godoy Malqui de la comunidad campesina de Totorabamba en Vincho, Ayacucho, nos revela algunas respuesta a las interrogantes planteadas, nos muestra un camino, su camino, porque las respuestas son múltiples y la complejidad va a depender del contexto personal y social de cada mujer, pero lo que sí es común en todas ellas, es que han tenido que desafiar sus propios miedos, han tenido que desplegar una voluntad, fuerza y coraje monumental para levantarse y sobreponerse en cada caída, porque el camino ha sido largo y cuesta arriba.

Por otro lado, sabemos que la pandemia del Covid19, ha golpeado principalmente a la población en las zonas rurales, agudizando la pobreza y pobreza extrema en particular en las mujeres rurales. Según un estudio del 2012 (Agüero y Barreto, 2012, p. 23), los principales ingresos de las mujeres rurales del sector pobre extremo, provienen del trabajo agrario, “los ingresos de las mujeres entre los 26 a 35 años en 89% proviene del trabajo agrícola” por ello, la tenencia de la tierra y la participación en la gestión del territorio comunal es clave para el desarrollo económico de estas mujeres.

En junio del 2019, se aprueba la Ley 30982, que modifica la ley 24656, Ley General de Comunidades Campesinas, señalando que ahora la directiva comunal debe incluir un número no menor del 30% de mujeres o de varones en su conformación, con el fin de fortalecer la participación de la mujer en directivas comunales. Sin embargo, el cambio en la norma es insuficiente, por ello, desde la Asociación SER, se apostó por implementar una serie de estrategias que incluían capacitación y acompañamiento, a fin de sensibilizar a mujeres y varones en las comunidades, proceso que va mostrando sus primeros resultados. La historia de Jéssica, también es un ejemplo de ello.

Les invitamos a descargar la infografía de “Historia de cambio” de Jéssica para que puedan conocer su historia. (https://bit.ly/3Cz2Jc3)

Esta es la primera de una serie de historias que se irán publicando en lo que queda del año en el marco del proyecto “Empoderando a las mujeres indígenas en el ejercicio de los derechos a la tierra”, implementado por la Asociación SER con el apoyo de Pan para el Mundo.

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