Irracionalidad presupuestal y derecho al DNI
Sociólogo
Lo que voy a referir en este artículo ya lo he contado antes, se trata de los recortes en el acceso al DNI de los peruanos en condición vulnerable. Pero, las cosas se han agravado últimamente y por ello vuelvo sobre el tema. Si alguna vez Usted escuchó que la economía era el dominio de las opciones racionales, no lo crea. Aquí verá que no lo es.
Gratuidades racionales y necesarias
Como ya lo he dicho, en prácticamente todas las entidades del área social, es conocido el excelente trabajo de atención a poblaciones de condición vulnerable que vino haciendo Reniec hasta el 2019.
Se trataba de 1 millón 200 mil trámites y expediciones gratuitas de DNI al año, dirigidas a distintos segmentos de peruanos en condición de vulnerabilidad. La mitad desde sus agencias, y la mitad desde su Registro Itinerante, muy conocido entre los sectores sociales, por sus desplazamientos hasta los lugares mismos donde viven esos peruanos.
Entre los necesitados de esa gratuidad había, o hay, desde pobres o pobres extremos hasta adultos mayores de 65 años. También niños recién nacidos, personas con discapacidad, pueblos indígenas, pueblos de frontera, personas con cuadros de emergencia, damnificados por desastres o siniestros, niños o ancianos o personas en estado de abandono o en albergues, y víctimas de la violencia política. Para todos ellos el acta de nacimiento y el DNI puede ser una cuestión de vida o de muerte porque pueden ser protegidos por un programa social. Pero necesitarán esos documentos para ser beneficiarios.
Por ello, en un acto de discriminación positiva, desde 2004, Reniec y sucesivos gobiernos se pusieron de acuerdo en subsidiar la gratuidad de los trámites de esos documentos para igualar a tales peruanos y peruanas con los demás. Ese ha sido uno de los medios por los cuales Reniec, hacia 2019, llegó hasta el 98 % de peruanos con tenencia de DNI. Pero esa gratuidad tiene que seguir existiendo pues, mientras subsistan la pobreza y las otras adversidades, la indocumentación seguirá rebrotando.
Un recorte absurdo para 2020
Esta atención implicaba la asignación a Reniec, por parte del MEF, de un presupuesto de 25 millones de soles al año. Pero en el 2019, el MEF, acogió un proyecto de presupuesto del propio Reniec – algo increíble- por el cual se redujo ese monto, de 25 a 10 millones de soles. Además, lo restringió sólo para la atención a niños de 0 a 3 años.
Por eso es que, al comenzar 2020, Reniec ya no tuvo más gratuidades para el resto de grupos en condición vulnerable. Solo cuando se produjo el estallido de un camión con gas, seguido del incendio de numerosas viviendas en Villa el Salvador, y por presión del propio gobierno, Reniec repuso la gratuidad del DNI para afectados por siniestros o por emergencias de salud y para los albergados en casas de refugio. El resto quedó sin gratuidad hasta ahora.
Rebrotó la indocumentación
Como sabemos, la pandemia ha aumentado fuertemente las dimensiones de la pobreza y las dificultades de los afectados por otras situaciones de vulnerabilidad. Como Reniec tuvo que disminuir su atención en agencias y había reducido casi a cero sus gratuidades mediante el registro itinerante, de hecho la indocumentación ha vuelto a crecer en los ámbitos de población vulnerable. Especialmente en los distritos o centros poblados más remotos.
De hecho, a setiembre de 2020, Reniec solo había atendido gratuitamente unos 85 mil trámites de DNI, casi todos en agencias y ninguno en lugares remotos. A esas alturas del año 2019, ya se habían atendido unos 980 mil trámites gratuitos mediante agencias y registradores itinerantes, y de esa cantidad, decenas de miles en pueblos de frontera, comunidades indígenas y centros poblados andinos. Eso, para no mencionar la caída impresionante en la emisión de actas de nacimiento.
Esta caída de la atención de Reniec no solo ha sido por las restricciones impuestas por la pandemia para sus atenciones en agencias. También ha sido por la reducción desmesurada de su registro itinerante por razones presupuestales. De haber contado con su presupuesto, este servicio, atendiendo en parques, canchas deportivas, o locales comunitarios, y con los debidos implementos de protección, pudo haber atenuado ese déficit de atención y reducir las aglomeraciones que se han visto en las agencias por los noticieros.
Recorte aún más absurdo para 2021
Como si esta realidad no existiera, “una verdad incómoda” diría Al Gore, en el Presupuesto de 2021, promulgado el 6 de diciembre último, hace dos semanas, se ha vuelto a reducir el presupuesto de apoyo social de Reniec. Si pasó de 25 millones de 2019 a 10 millones de soles para 2020. Para 2021 ha caído a 4 millones, y otra vez restringido a gratuidad para DNI de 0 a 3 años.
¿Cómo así, si la pobreza aumentó mucho por efecto de la pandemia, si la indocumentación ha rebrotado, especialmente en distritos y poblados remotos, pero incluso en barrios periféricos de las ciudades, y no solo por la pandemia sino también por los hachazos presupuestales a Reniec, como así le siguen cercenando su presupuesto para apoyo social?
¿Cómo así se incrementan presupuestos para algunos programas sociales, cuyos servicios o son gratuitos, o entregan incentivos o bonos a sus beneficiarios -lo cual está muy bien- , a la vez se siguen recortando las gratuidades de Reniec para el DNI de las personas en condición vulnerable?
¿Qué no saben, lo que ya se supo a inicios de los años 2000, que los beneficiarios de programas sociales tienen que estar identificados para que puedan registrarse como beneficiarios y evitar duplicidades o filtraciones?
Programas sociales y DNI para población vulnerable
El ministerio de Salud por ejemplo tiene 150 millones de soles para implementar las historias clínicas digitales, las recetas electrónicas y teleconsultas, y señala que uno de los sectores priorizados para ello serán los de ámbito vulnerable. Perfecto. Pero podría ocurrir más de una telefrustración si los pacientes potenciales tienen algún problema con el DNI y no pueden pagarlo.
A noviembre de 2020, el Seguro Integral de Salud, tenía como beneficiarios gratuitos a 6 millones 384 mil pobres extremos. Es obvio que deben tener una brecha por cerrar pues en estos meses habrán aumentado los potenciales nuevos beneficiarios de este estrato. ¿Y si no tienen DNI?
De hecho, en ámbitos de pobreza, brigadas del SIS solían salir, por ejemplo, junto con registradores itinerantes de Reniec para hacer trámites de DNI y luego la ficha de afiliación de la persona al SIS. Si no lo hacían juntos, los resultados de sus desplazamientos no eran los mismos.
Lo mismo se podrían decir para las nuevas afiliaciones que podrían proyectar en Pensión 65 (una parte de ellos tienen inclusive DNI electrónicos gratuitos emitidos por Reniec desde hace años), u otros programas más grandes como Juntos que proyecta superar el millón de beneficiarios.
Y también sobre otros más pequeños pero igualmente imprescindibles como el de Personas con Discapacidad Severa, que espera llegar a 74 mil beneficiarios el 2021. O el programa de viviendas acondicionadas para resistir las heladas y friajes en zonas de altura como las de Puno, que tiene una meta de 18 mil viviendas atendidas. En cada caso, ¿en serio creen que se puede descartar la posibilidad de que los beneficiarios no tengan el DNI o lo hayan perdido o deteriorado?
Ironías
Lo que termina de coronar la cumbre de las ironías, es que, por un lado, se recorta un presupuesto que estaba destinado a mantener una amplia cobertura del registro de identificación de todos los peruanos, incluidos los más vulnerables. Y por otro, se sigue encargando a Reniec que elabore el registro de los peruanos que podrían calificar para recibir bonos en el contexto de la pandemia.
Es decir, se le encarga que reciba y procese las bases de datos de una serie de entidades públicas y privadas, y que coteje esas bases de datos con la suya propia para, con eso, elaborar dicho registro. Y a la vez se le quitan los recursos que le permitirían a Reniec que mantenga su propia base de datos de identificados actualizada y exhaustiva.
La sombra de los despidos
Pero aquí no queda la cosa. Por efecto de la desatención presupuestal a Reniec, una parte significativa de sus trabajadores CAS, entre ellos unos 200 registradores itinerantes, más los trabajadores administrativos que les dan apoyo, viven ahora una combinación de incertidumbre y miedo. No saben si, entre hoy y fines de mes, les llegarán sus renovaciones de contrato, o las cartas en las que les agradecen por sus servicios. Algunos con más de diez años de llegar donde muy pocos llegan en nuestro territorio.
La foto que acompaña este artículo es de una de esas registradoras itinerantes. Es de hace unos años, en Pichari, La Convención, Cusco, cuando se disponía a cruzar el río Apurímac, que separaba una comunidad indígena de otra que estaba al frente. Alguna vez le pregunté qué le gustaba de su trabajo. “La gente -me respondió- si yo les doy calidad, ellos me dan calidez”.