La carrera electoral a dos meses de la primera vuelta

Los resultados de la última encuesta de Ipsos Perú no hacen otra cosa que ratificar las tendencias que se venían configurando en la última semana de enero recogidas por los sondeos de IEP y CPI: la caída Forsyth y Guzmán, la subida acelerada de Lescano y la “igualdad de condiciones” de los demás candidatos.

La caída de Forsyth era una tendencia que se veía venir. En agosto del año pasado tenía 25%, bajando a un 3% en promedio los meses de setiembre y octubre, para luego lograr una estabilidad entre los meses de noviembre a enero de este año con una media del 17%, para finalmente caer a 11% en la encuesta que comentamos. La hipótesis de su caída estrepitosa obedece más a la evidencia de sus limitadas capacidades como estadista en el segmento juvenil donde cae un 10%. Al parecer los jóvenes, como lo hemos venido sosteniendo en esta columna, van a ser más exigentes con su voto y estarían menos dispuestos a regalárselo a quien no lo merezca.

La subida de Lescano al 10% en menos de tres meses, luego de haber estado estancado en 3%, entre agosto y noviembre, podría explicarse porque es el candidato que mejor se alinea, comunicacionalmente hablando, con el problema principal que percibe la población y que no es otra que la lucha contra corrupción. Además de ello, su discurso radical y de cuestionamiento a las grandes empresas (que no es solo de ahora), empata mejor con un electorado que exige cambio y que espera que las cosas en materia económica no se mantengan igual. El factor Lescano va a dar que hablar y si de tendencias hablamos lo más probable es que pase a segunda vuelta.

Guzmán ha quedado prácticamente fuera de carrera. Subió en agosto del 4% al 8% en diciembre, para luego descender los meses de enero y febrero hasta el 4%. La percepción de que el gobierno es de color morado, aunado a los errores cometidos por el presidente Sagasti le pasaron factura.

Keiko, como lo señalamos en columnas anteriores, no es la única candidata fujimorista. Compite por esos votos con De Soto y López Aliaga. Lo que pase con ellos favorecerá o perjudicará su pase a la segunda vuelta. Se mantiene estancada desde agosto del año pasado con 7% y logro un punto más con la salida de Cillóniz. Su estrategia de cambiar la “K” por “Fujimori al 2021” no le ha surtido efecto, tampoco ha pegado el anuncio de indultar a su padre y menos imponer “la mano dura”.

Mendoza subió en agosto del 4% al 7% en diciembre del año pasado para luego subir apenas un punto en la última encuesta a pesar que es la única candidata de izquierda con posibilidades. Todo parece indicar que llamar “aliados estratégicos” a los grandes empresarios no ha caído bien a electorado izquierdista acostumbrado más a un discurso antisistema y anti empresarial. Lescano se apropió del discurso radical de la izquierda, sobre todo en el sur donde la ha desplazado del primer lugar. Si no cambia su estrategia de campaña, puede quedar fuera de carrera. Ahora está en una encrucijada porque lo que haga afectará su campaña electoral en segunda vuelta.

Urresti todavía se mantiene en carrera a pesar de la acusación de haber comprado testigos del caso Bustíos. Ha subido un punto luego de haberse mantenido estancado desde octubre del año pasado con el 7%. En su mejor momento logró el 12% y luego empezó a caer. No le ha convenido entrar al Congreso de la República y cargar la mochila pesada de los Luna Gálvez.

De otro lado el ausentismo así como los votos nulos y blancos pareciera que serán altos. Así, de mantenerse las tendencias que muestra la encuesta de IPSOS lo más probable es que Lescano sea el único seguro de pasar a la segunda vuelta, y sobre el otro candidato que lo acompañaría, dependerá cómo afinen sus estrategias en el último tramo.

Y para los lectores incrédulos solo me queda decirles que cuando un candidato se convierte en tendencia en alza es casi imposible detenerla, salvo haya una fuerza poderosa y perceptible en el electorado que frene su avance.