Opinión

La urgencia de evitar la energía fósil y promover los desplazamientos sostenibles en la ciudad

Por Kely Alfaro Montoya

Investigadora asociada a URBES LAB

La urgencia de evitar la energía fósil y promover los desplazamientos sostenibles en la ciudadFoto: Lima como vamos

Este 2022 marca un hito en lo que se refiere a reportes y alertas sobre la urgencia de tomar en cuenta la amenaza para la vida del planeta que supone el cambio climático. El nuevo informe del Panel Intergubernamental del Cambio Climático (IPCC) nos alerta de la necesidad de reducir de manera drástica las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI). Este reporte nos alerta que en el año 2025 llegaremos a nuestro tope máximo de no retorno (IPCC, 2022). Es tan grave la situación que este abril cientos de científicos y científicas de manera coordinada salieron a protestar en 25 países, cansados y cansadas de la inacción política en lo que se llama el movimiento “Rebelión Científica”, que llama a todas las personas a tomar acción. Hoy la mitad de la población del mundo vive en zonas de peligro climático y muchos ecosistemas han alcanzado su punto de no retorno. Debemos reducir drásticamente la combustión de energía fósil para nuestra matriz energética a nivel global y local ¡ahora!

A nivel mundial, la energía supone el 73.2% de las emisiones de GEI (OWD, 2020) explicadas principalmente por el uso de energía fósil. Además, el transporte es el 16.2 % del total. Si bien nuestra participación como país a nivel mundial en estas emisiones es marginal, es importante mostrar el peso de los GEI en nuestro territorio. Tal es así que el sector energía (que no es el principal emisor, lugar que ocupa el sector de agricultura, silvicultura y otros usos de la tierra) supone el 28% de los GEI (MINAM, 2021), siendo la quema de combustibles la causa del 88% de emisiones de este rubro. Por su parte, el sector transporte supone el 10% total de nuestras emisiones.

Resulta importante plantear el rol de las ciudades y, en particular, de la movilidad que se está alentando, promoviendo o desincentivando en ellas. Un dato que nos alerta de la importancia de migrar a medios de desplazamiento no contaminantes es la calidad del aire: Perú es el país en Latinoamérica con la peor calidad de aire (IQ Air, 2021) y ocupa el puesto 26 en el mundo.

Si revisamos las propuestas de mitigación elaboradas de manera multisectorial y recogidas en el Catálogo de Medidas de Mitigación (MINAM, 2019) encontramos 11 medidas, de las cuales ninguna incluye incentivar o promover el uso de movilidad no contaminante, como el uso masivo de la bicicleta (pública y privada). Todas las medidas se enfocan en la eficiencia en el transporte mediante el uso del auto y sistema de transporte público (este último, súper necesario), pero no explicitan la posibilidad de facilitar la multimodalidad de desplazamientos ni por un sistema público de bicicletas, ni promoviendo el movimiento peatonal. Tampoco reconocen la geografía variada de las ciudades, las necesidades de desplazamiento (no contamos con una encuesta o información base, entonces ¿cómo se está planificando?), lo que implica en términos laborales y de uso del tiempo, tanto para las personas que realizan el transporte como para las personas usuarias, y las posibilidades de accesos y vida en dignidad.

Si bien existe una medida respecto a los autos eléctricos, esta aún no se hace efectiva en el transporte público. Y proponer la gasificación es seguir pensando en energía fósil. Aún nos cuesta como Estado “salir de la caja” y transformar la movilidad; es decir, ampliar e incluir la diversidad territorial y de necesidades respecto a nuestros desplazamientos para actividades de cuidado, laborales, de ocio; entre otras. Por ejemplo, incorporar teleféricos, funiculares, bicicletas, scooters, mototaxis, zonas peatonales, triciclos; etc., y no solo autos.

Las medidas de mitigación consideradas en el citado documento son:

Lima Metropolitana: 1) Renovar la flota del Metropolitano y alimentadores; 2) Ampliar el Metropolitano y articularlo a un sistema integrado de transporte público que circulen por corredores exclusivos (aún no se evidencia este esfuerzo); 3) Implementación de las Líneas 1 y 2 del Metro de Lima y Callao (la segunda línea aún no se termina de construir).

Nacional: 4) Promoción de vehículos eléctricos (este año se aprobó el decreto supremo de emergencia climática con lo que se deberá actualizar el Reglamento Nacional de Vehículos del año 2003 para promover el ingreso de vehículos eléctricos, híbridos y accionados con hidrógeno verde); 5) Promoción de gas licuefactado (GNL) para el transporte de carga (normativa desde el año 2021); 6) Capacitación en conducción eficiente para conductores y conductoras profesionales, enfocado al uso eficiente de energía fósil; 7) Programa Nacional de Transporte Urbano Sostenible, enfocado a un sistema de transporte público eficiente y de calidad; 8) Programa de Chatarreo y renovación vehicular.

Regional: Lima, Huancayo y La Oroya: 9) Proyecto “Construcción del Túnel Trasandino”, que se encuentra en proyecto. Tacna y Arica: 10) Mejoramiento del servicio de transporte ferroviario en el tramo Tacna-Arica. 11) Huancayo y Huancavelica: Rehabilitación Integral del Ferrocarril Huancayo-Huancavelica.

Es urgente que los proyectos de transporte en nuestro país no continúen con la lógica de uso de energía fósil y la “renovación” o “novedad” ambiental no suponga únicamente criterios de “eficiencia” sino de cambio de la matriz energética. Necesitamos salir de la dependencia de energía fósil ahora y promover en el corto y mediano plazo una transición energética que suponga masificación de transporte público de eficiente y de calidad, pero mediante el uso de energía no contaminante; inclusión de las bicicletas públicas de manera intermodal y segura, lo que supone carriles exclusivos para el uso de la bicicleta y otros medios de micro movilidad. Podemos tomar varios ejemplos de nuestros vecinos latinoamericanos como Chile y Uruguay que vienen implementando energías limpias en sus matrices energéticas nacionales de manera sostenible y rentable.

Bibliografía mencionada:

Intergovernmental Panel on Climate Change. IPCC (2022). Climate Change 2022. Mitigation of Climate Change Summary for Policymakers. Recuperado de: https://report.ipcc.ch/ar6wg3/pdf/IPCC_AR6_WGIII_SummaryForPolicymakers.pdf

IQR Air (2021). Informe de calidad de aire mundial 2021. Recuperado de: https://www.iqair.com/es/world-air-quality-report

Ministerio del Ambiente. MINAM (2019). Catálogo de Medidas de Mitigación. Recuperado de https://sinia.minam.gob.pe/documentos/catalogo-medidas-mitigacion

Ministerio del Ambiente. MINAM (2021). Inventario Nacional de Gases de Efecto Invernadero del año 2016 y actualización de las estimaciones de los años 2000, 2005, 2010, 2012y 2014. Recuperado de: https://infocarbono.minam.gob.pe/wp-content/uploads/2021/06/INGEI_2016_Junio-2021_Final.pdf

Our World in Data. OWD (2020). Emission by Sectors. Recuperado de: https://ourworldindata.org/emissions-by-sector