Opinión

Leer para estrechar y transformar el mundo

Por Augusto Rubio Acosta

Escritor y gestor cultural

Leer para estrechar y transformar el mundoFoto: Augusto Rubio

Apuntes sobre el Círculo de Lectores de la Biblioteca de Nuevo Chimbote

Ciara afirma que el Círculo de Lectores constituye su refugio de los días martes por la tarde y uno de los momentos más esperados de la semana. "Es nuestro espacio de lecturas y experiencias, un lugar de tranquilidad y de confianza donde es posible compartir el gusto por la literatura". Sebastián considera que la libertad de opiniones y puntos de vista son importantes en la "Casa de estudio", como él denomina a este espacio donde "sin los libros no tendríamos crecimiento intelectual" y "por eso nuestra misión es encaminarnos hacia la cultura".

Es jueves cuando accedo a los testimonios escritos de los jóvenes que participan en el Círculo de Lectores de la Biblioteca Municipal Inca Garcilaso de la Vega, espacio libre e inclusivo creado hace algunos meses para leer y analizar la obra de los principales autores de Áncash, como también del país.

"Todo lector debe hacerse la pregunta: ¿Para qué leo?", manifiesta Jared. Para Francis, "leer es la mejor forma de enriquecer nuestra autonomía mental y de desarrollarla para ser considerados ciudadanos con cultura". Piero afirma que el confraternizar, conocer personas diferentes y acercarse a la obra de autores que anteriormente desconocía, le ha abierto los ojos a la realidad del puerto de Chimbote y a nuevas experiencias que le ayudan a creer más en sí mismo".

Del Círculo de Lectores participa también Iván Gómez, historiador y ciudadano venezolano que migró a estas tierras para aportar al proceso cultural de la ciudad. Desde la gestación del proyecto, alimentamos una experiencia que no sólo permite el desarrollo del razonamiento verbal y escrito, sino -sobremanera- las dimensiones del pensamiento crítico de los jóvenes participantes, estudiantes del nivel secundario de diversas instituciones educativas. Comprobar los avances en las fases de la lectura y los altos grados de abstracción y reflexión que ésta permite en quienes integran el Círculo, es altamente satisfactorio. Fortalecer el aprendizaje académico centrado en la habilidad de razonamiento verbal y análisis de argumentos, no es tarea sencilla, sin embargo; pero es una experiencia hermosa y necesaria, urgente de ser replicada en otros ámbitos.

Kiara ha citado a Arguedas en varias partes de su testimonio escrito; se ha referido al mundo andino, a la migración, discriminación y a la violencia en el Chimbote de los años sesenta, época en la que fue escrita la novela "El zorro de arriba y el zorro de abajo". En realidad no es la única que leyendo el Boletín Pumaccahua [publicado a fines de los años treinta en Sicuani], fragmentos de los primeros tomos de la vasta obra antropológica arguediana, así como libros de Óscar Colchado y entrevistas a Oswaldo Reynoso, ha quedado estremecida por el lenguaje y por la impronta de sus autores. Todos nos hemos sacudido e indignado. Y en el encuentro de ideas e inquietudes, en la espontaneidad de los argumentos que exponen los estudiantes, las sesiones resultan sumamente enriquecedoras.

Debería haber Círculo de Lectores en cada escuela y biblioteca, en cada barrio y local comunitario, en cada hogar y en cada universidad (que sobremanera lo necesita). Lejanos están los días en que impulsamos un espacio similar destinado a adultos mayores en la Biblioteca Municipal de Trujillo (historia que espero contar más adelante), pero lo cierto es que en la dura tarea de acercar el libro y la lectura a los más jóvenes, no debemos soslayar la trascendencia del esfuerzo que ello implica, porque sólo leyendo podremos estrechar y comprender el mundo en el que sobrevivimos, este país violento y atestado de injusticias y derramamientos de sangre, sólo leyendo caeremos en la cuenta de la urgencia de transformarlo todo (todo), sólo leyendo tendrá sentido nuestra vida.