Opinión

Llantos de cocodrilo

Por Pablo Najarro Carnero

Teólogo y docente

Llantos de cocodriloLa Lupa

Por ahí leo a Jorge Picasso – con al parecer sangre en los ojos – hablar del "milagro agrícola" que nos puso en la órbita mundial como un país agro exportador por excelencia.

Menciona con orgullo los reconocimientos internacionales que nos ha posicionado, incluso sobre otros países de la región. Dice que estamos como "OFFICIAL PARTNER COUNTRY" en la última feria de Hong Kong. Reconocimientos ISO. Dice “Tuve la suerte de participar en las últimas 16 ferias Fruit Logistica en Berlín, la feria más importante de frutas y verduras del Mundo”. La pregunta es ¿A qué precio se logró eso?, fue con sangre, sudor y esclavismo. Exoneraciones tributarias por más de 3,000 millones que no recibía el estado. Pagos a EsSalud reducidos, como si fueran pobres. Perdón ni a los pobres se les permite eso. La tercerización de los obreros o jornaleros. Aprovechando en todos los modos posibles, gracias a esa “promoción” que les permitió amasar una fortuna que obviamente no está guardada en el Perú. Todo ello dado en la época del fujimorismo a los amigos fieles como Chlimper, quien fue padre y beneficiario de aquella ley. ¡Cuántas gollerías tuvieron estos empresarios! Durante veinte años, si no es más.

Ahora sale el vocero a decir que ya nos jodimos, que ahora ya no habrá más trabajo – léase sobre explotación – y que las inversiones se irán.

Y sí, eso puede pasar. Cuando sepan las condiciones humanas de los que trabajan para que estos productos lleguen a la mesa de los consumidores. Es como los diamantes obtenidos a precio de sangre en África, por la muerte que genera en las personas que lo extraen o el papel que se produce dañando el medio ambiente, depredando bosques, sin plantar diez para reponer el destruido. O el oro que se extrae de manera ilegal en nuestra selva dejándola inútil para los siguientes 500 años. Los países conscientes no seguirán comprando productos alimenticios producidos en condiciones de esclavitud, sin respetar los derechos del trabajador. Y dicen "historia de éxito" ¡¡¡qué caraduras!!! A ver si los consideran "OFFICIAL PARTNER COUNTRY", a ver si tendrán lugar en la feria de Berlín por sus "buenas prácticas" Sí, es verdad, lo lograron, pero mentira, todo era falso – dice la letra de una tunantada.

Hablan del turismo que genera. Se escudan en un gremio que si se ajusta a las normas desde sus colaboradores hasta el servicio final. Y si, la verdad es que mucha gente de esos países hace turismo con agencias y lugares que cuidan el medio ambiente y que tienen que ser certificados.

Ahora que esos países lo saben entran en desesperación. Llanto de cocodrilo. Más falsos que billete de ocho soles. Lógico, todo ese boom caerá. De verdad no habrá trabajo. Si quieren continuar, deberán adecuar las condiciones laborales en las que se producen los productos agrícolas. Se puede hacer a menos que no quieran ganar más de lo justo. Es evidente que el empresario tiene derecho a su plusvalía, pero también la tiene el obrero.

Así como el tema agrícola, hay más situaciones que le tocará ver reventar al presidente Sagasti. Considerando que hay una especie de primavera social emergerán otros problemas. Muchos conflictos sociales embalsados y que son producto del abuso, amparados en nuestra Constitución capitalista neoliberal, escalaran hasta la explosión. Situaciones que no son sólo productivas, las hay sociales, culturales, sexuales, religiosas, étnicas. La lista no es tan larga, pero la cantidad de seres humanos inmersos en ella no es poca. Es delictiva, pecaminosa. Es tiempo de dar un giro revolucionario, dialéctico, si queremos salir vivos después de ésta pandemia que ha significado para nosotros - y para muchos - la debacle económica y humana.