Los caviares del poder

Vengo revisando nombres que figuran y vienen apareciendo como socios o “compinches” – según la DBA – del gobierno de Castillo que están siendo investigados por la fiscalía. Ninguno, salvo los que vienen del partido Perú Libre de Cerrón, son de la llamada izquierda “caviar”. Ninguno pertenece o se le reconoce militancia en la izquierda sincera o progresista. Todos son reconocidos lobistas que siempre han estado cerca del poder. Patricia Sovero, Karelim López, Ari Ben-Menashe, Sada Goray o el mismo Fernandini. Podemos incluir a los funcionarios de carrera, por su cercanía al poder.

Si uno revisa incluso, sus abogados defensores, son los que han defendido o defienden a los corruptos del poder en el Perú(1). Abanto, Nakazaki, Carrión o Moreno, Loza, Reyna, Rodríguez, Borea. ¿Qué nos dice todo eso?

Los para mí, mal llamado “niños” de Acción Popular, no son por donde se mire, de la izquierda sincera o progresista. ¿Es novedad que los congresistas se acerquen al poder para lograr beneficios para su pueblo o ellos mismos? Siempre ha sido así y lo sigue siendo hasta ahora.

El desprestigiado congreso que tenemos, ¿Cómo es que logra asignación de montos millonarios? Las fuerzas armadas, igual. La misma prensa cómplice. Es un DO UT DES hoy ya explícito, ni siquiera implícito o sobreentendido.

Los ministerios de la Boluarte están cooptados con gente proveniente de los sectores del poder paralelo y oculto del Perú. Por mencionar un nombre ya destapado, Ramesh Agrawal, es el ex esposo de Hania Pérez de Cuellar. ¿Y quién es Agrawal? Es el que actualmente asesora a Graña y Montero, ICCGSA y 4 inmobiliarias del grupo. Ramesh Agrawal es gerente general de Prima Capital Advisors. Y para recordar, Graña & Montero está implicada en el caso “Lava Jato” (Odebrecht para los desmemoriados).

Esas separaciones convenientes con bienes separados, son conocidas y “legales”, pero no son nada morales; son para proteger intereses de los conyugues. Para recordar, la separación de Keiko Fujimori y Mark Vito Villanella.

Volviendo, de los investigados, sus vinculaciones ideológicas están con los sectores lobistas del Perú. Hania Pérez de Cuellar en su momento fue Gerenta de Proyectos en ADEX. Sabemos de qué lado esta ADEX.

Para el caso de Castillo. Todos los que han sido ministros de su efímero gobierno – salvo los del primer momento, provenientes de Nuevo Perú– no pertenecen a la izquierda cercana al centro democrático. Todos los exministros conocidos han provenido de su impronta personal o quizá recomendados, en algún caso vamos viendo, cercano a la misma Boluarte. En los casos más corruptos, gente de Cerrón.

Todos o casi todos, lobistas de larguísimo CV reconocido, dicen convenientemente, que el dinero era para Castillo. Esto habrá que confirmarlo abriendo sus cuentas bancarias. Siempre se ha logrado, detectar lo mafioso del investigado, siguiendo la pista del dinero. Si no hay cuentas, cosa rara que la fiscalía hasta ahora no pida apertura de cuentas, a solicitud y nombre de Castillo, el punto será que los delincuentes usaban el nombre del chotano como pretexto para pedir los sobornos. Si se descubre esa pista, no habrá duda que Castillo era la cabeza de una organización criminal. Pero, viendo su actuar político no parece posible que Castillo haya tenido esa habilidad que si tenían PPK o Toledo, Fujimori – Padre e hijos – u Ollanta Humala o esposa.

Par ir cerrando, hasta ahora no aparecen investigados o presos, los ministros del primer gabinete ministerial de Castillo: Anahí Durand, Yván Quispe, Hernando Cevallos, Íber Maraví, Roberto Sánchez, Héctor Béjar o el mismo Guido Bellido, todos de reconocida filiación o militancia en la izquierda partidaria política más moderada. No se ven caviares titulados. ¿Dónde están?