Opinión

Los ingredientes de la Segunda Vuelta

Por Noticias SER
Los ingredientes de la Segunda VueltaFoto: ONPE

Como era de esperarse los resultados electorales han colocado al país en la senda de la polarización, al definirse una segunda vuelta entre la ex congresista Keiko Fujimori y el profesor Pedro Castillo. La elección presenta como opciones la continuidad del modelo económico y político instaurado en los años 90 y consagrado en la Constitución de 1993, planteada por Keiko Fujimori, o la promesa de un cambio radical del mismo, vía la convocatoria a una Asamblea Constituyente, tal como lo propone Pedro Castillo.

Tal es el dilema que se le plantea a los dos tercios del electorado que optó por otras candidaturas y que podría ampliar la brecha de participación con los 7 millones de electores que no asistieron a las urnas y con el importante número de votantes que viciaron o dejaron en blanco la cédula.

La confrontación, si bien se presenta como la clásica disyuntiva entre derecha e izquierda, es más compleja si se revisan al detalle los planteamientos de Perú Libre y Fuerza Popular, por ejemplo en el campo de los derechos humanos. En ese punto, Castillo y Fujimori por momentos parecieran converger en posturas conservadoras y regresivas. De otro lado, no debe dejar de considerarse como un factor en la campaña el hecho que Keiko Fujimori está siendo actualmente investigada por el Ministerio Público por su presunta participación en delitos de corrupción.

Otro componente de la contienda, que se manifestará con más claridad a medida que avance la campaña, es sin duda la combinación de clasismo y racismo desbocado contra los votantes de Pedro Castillo. Consideramos que esto no es más que la otra cara de la moneda de la intolerancia frente a quienes han votado por Keiko Fujimori. Y es que confundir al candidato con sus electores es la vía más fácil para quienes no llegan a entender el país ni la racionalidad del electorado.

En Noticias SER consideramos que el resultado de las elecciones expresa una vez más la profunda distancia que existe entre el establishment político y económico del país y la ciudadanía en general, no solo con aquella que ha votado por la propuesta de cambio radical del modelo que plantea Pedro Castillo o la defensa del mismo y la mano dura ofrecida por Keiko Fujimori, sino también con los millones de electores que no acudieron a las urnas o que optaron por el voto blanco o viciado. De no escuchar estas voces nuestras múltiples crisis se agudizarán aún más.