Mariano Aronés: “La precariedad de la política responde a la inexistencia de instituciones democráticas”
Corresponsal en Ayacucho
Mariano Aronés Palomino, antropólogo, analista político y docente de la UNSCH, expresó a Noticias Ser que el primer año de gobierno de Dina Boluarte como presidenta de la República ha estado marcado por escenarios complejos. Y es que, el gobierno de la primera presidenta del Perú, experimentó una fuerte crisis política, social y económica con conflictos sociales, protestas con consecuencias lamentables, cambios ministeriales y recesión económica han contribuido a una alta desaprobación social.
Frente a esto, el catedrático señaló que las dificultades han afectado tanto al gobierno como a la sociedad. Asimismo, señaló la respuesta letal del gobierno frente a las protestas de finales del 2022 e inicios del 2023 y la falta de liderazgos claros, lo que ha neutralizado a los movimientos sociales en el país. Además, mencionó que la sociedad se encuentra en un estado de incertidumbre y frustración, sin encontrar canales políticos claros para expresar su descontento.
“Ha sido un año sumamente complicado, el gobierno ha estado entrampándose en su propio laberinto y así también la sociedad no ha podido encontrar el camino correspondiente que le permita contestar eficazmente a las cosas negativas que hace el gobierno. Al mismo tiempo, carecemos de liderazgos, yo advierto liderazgos agotados, liderazgos aturdidos, confundidos que están ahí, pero no saben realmente qué hacer, no solamente por su propia inoperancia sino también en un escenario nacional y mundial sumamente complejo. En un escenario así es bien difícil que el orden político logre encontrar el camino que le corresponde”, explicó.
En medio de este escenario, Aronés mencionó que el gobierno de Pedro Castillo generó una enorme frustración, ya que prometía altas expectativas, pero terminó de manera controvertida. Esta situación ha dejado a la población sin claras alternativas políticas. También enfatizó que la situación política se ha vuelto extremadamente sensible, y cualquier pequeña chispa podría desencadenar un terremoto político para el gobierno de Dina Boluarte.
“En un gobierno así, además minado por la inexistencia de instituciones políticas, veo una población que, si bien puede estar sumamente insatisfecha, lo cual se evidencia con claridad en las sucesivas encuestas, al mismo tiempo no encuentra aún los canales por donde hacer que estas incomodidades o desencantos respecto a la política se canalice”, señaló.
Con respecto a la actuación del Congreso, el catedrático expresó su escepticismo sobre las acciones de los legisladores y subrayó la importancia de la intervención de la justicia para abordar a los problemas legales de varios políticos. También sugirió que la justicia desempeñará un papel crucial en el futuro, ya que la presidencia enfrentará dificultades legales, especialmente con el debilitamiento de las alianzas políticas. En una posible intervención judicial, señaló que podría llevar a una reevaluación seria de la política peruana y, posiblemente, a la discusión de una nueva constitución.
“Creo que forma parte de la manera en cómo se está haciendo la política en los últimos tiempos. No tengo muchas esperanzas en lo que vayan a hacer los congresistas, sin embargo, insisto en el papel de la justicia. Muchos congresistas están inmersos en temas judiciales, creo que tarde o temprano la justicia va a tener que decir esta boca es mía”, comentó a Noticias Ser.
Por su parte, también trajo a colación las nulas acciones para fortalecer las instituciones democráticas que se han estado planteando desde los años 2000. Argumentó que no se abordó con seriedad el fortalecimiento de las instituciones políticas y esto ha llevado a la fragilidad política actual. Insistió en que es hora de retomar el camino político abandonado y reflexionar sobre la importancia de las instituciones democráticas.
Finalmente hizo hincapié en el papel importante del sistema de justicia, Aronés expresó esperanzas de que se aborden las violaciones a los derechos humanos ocurridas durante las protestas sociales en Perú. Destacó la presión internacional y la capacidad de la justicia para abordar estos problemas. Aunque reconoce los desafíos, sugiere que la justicia puede jugar un papel clave en despertar a la sociedad peruana de su letargo político.
“Creo que estamos pagando los platos rotos de esta irresponsabilidad de no haber atendido el tema político. En ese tiempo se decía que necesitamos fortalecer las instituciones, a estas alturas del partido, después de dos décadas, no hay para nada instituciones. Justamente la precariedad de la política responde a la inexistencia de instituciones democráticas políticas y por eso también la sociedad está aletargada”, puntualizó.