¡Marichiwew! Diez veces venceremos
La instalación de la Convención Constituyente en Chile
El domingo 4 de julio se instaló la Convención Constitucional, órgano encargado de redactar una nueva Constitución para Chile, fruto de las movilizaciones sociales del octubre del año 2019 y los resultados del plebiscito del octubre del 2020.
La jornada estuvo cargada de simbolismos. Y cómo no iba a ser así, tanto por las características e historia de la instancia; la Convención es paritaria y tiene cupos reservados para pueblos indígenas, además de tener como finalidad reemplazar a la Constitución heredada de la dictadura militar de Pinochet.
La cita era a las 10 de la mañana en el Palacio del Congreso Nacional en Santiago(1). Pero horas antes diversos grupos se dieron cita para realizar una serie de actos y rituales, y luego acompañar a sus convencionales constituyentes a las inmediaciones del Palacio. Así es como los simpatizantes y convencionales de la Lista del Pueblo decidieron juntarse en Plaza Dignidad y desde allí caminar por la Alameda, recreando las tantas marchas que ocurrieron durante el estallido social. Significativa fue la reunión de los convencionales del pueblo mapuches, quienes se reunieron en las faldas del cerro Huelen, en el centro de la ciudad, para realizar una rogativa. Por otro lado, los convencionales del pueblo aymara se juntaron para pedir permiso a la Pachamama. Así es como las cosmovisiones, ritos y símbolos indígenas históricamente relegados y discriminados, adquirieron un protagonismo único, al son de las trutrukas y de los kultrunes que unx podían escuchar en todos los rincones de las calles del centro de Santiago.
Los símbolos llegaron a su punto de clímax con la elección de Elisa Loncón, mujer y mapuche como presidenta de la Convención Constitucional, apoyada por el resto de los convencionales mapuches y del Frente Amplio(2). Así, el primer discurso de la Convención hacia el resto de lxs chilenxs fue en mapudungun: “Feley, mari mari pu lamngen. Mari mari kom pu che. Mari mari Chile mapu. Mari mari pu che ta tuwülu ta Pikum Mapu püle. Mari mari pu che ta Tuwülu ta Patagonia püle. Mari mari pu che ta tuwülu ta Dewün püle. Mari mari pu che ta tuwülu la Lafken püle. Mari mari kom pu lamngen. Mañun pu lamgen. ¡Marichiwew, marichiwew!”(3).
Su elección fue la concreción de la pluriculturalidad que varixs constituyentes buscan plasmar en el nuevo texto constitucional, en tanto reconocimiento y trato. La misma Loncón lo señaló en su discurso: “Este sueño es un sueño de nuestros antepasados. Este sueño se hace realidad. Es posible refundar este Chile. Establecer una nueva relación". De esta manera, la Convención y su inicio consolidaba las esperanzas que se habían manifestado durante el estallido social, donde el Wenufoye(4) y el uso del Wuñelfe(5), habían sido protagónicos.
El inicio de la Convención volvió a poner un tema que ya venía siendo levantado por varios movimientos sociales y sectores de la izquierda, y que nuevamente los convencionales de izquierda pusieron sobre la mesa; la necesidad de indultar a los presxs políticxs del estallido, en general jóvenes que llevan más de un año y medio en prisión preventiva y sin pruebas que acrediten los delitos de los que se les acusa. De hecho, la gran mayoría de ellos han sido liberados luego del inicio de sus juicios, en los cuales no se han podido proporcionar pruebas que los responsabilicen. Lxs convencionales a favor el indulto esbozan su necesidad como reconocimiento a los hechos ocurridos en el estallido social como el germen de la Convención. Este tema ha sido bastante polémico, ya que el Gobierno niega la existencia de presxs políticxs y se opone a un indulto, y los convencionales de derecha y afines al gobierno consideran que esta exigencia es una intromisión en las funciones de un Poder constituido hacia otro Poder constituido del Estado.
El actuar de la derecha puede ser descrito como atrincherada en una esquina del plenario. Para la elección de Presidente de la Convención propusieron el nombre de Harry Jürgensen, y continuaron con su propuesta, para la segunda votación, sin dialogar ni negociar con el resto de los convencionales. Lo mismo ocurrió para la elección del Vicepresidente de la Convención. Pareciera que ese será que el actuar que los convencionales de derecha tendrán en los próximos nueve meses, boicoteando así el proceso, para mantener el statu quo y los privilegios de la elite.
Sin embargo, prefiero quedarme con la esperanza que encarna Elisa Loncón, el mapudungún resonando y retumbando en los medios de comunicación, y la diversidad de convencionales que llevan consigo los anhelos que se sintetizan en esa frase que cubrió los muros de las ciudades del país aquel octubre del 2019: Hasta que la Dignidad se haga costumbre.
(1) Dicho edificio actualmente no es ocupado por el Congreso, ya que este sesiona en la ciudad de Valparaíso.
(2) Coalición de partidos políticos de izquierda.
(3) “Así es, un saludo hermanas y hermanos. Un saludo a todas las personas. Un saludo al pueblo de Chile. Un saludo a las personas que viven en las tierras del norte. Un saludo a las personas que viven en la Patagonia. Un saludo a las personas que viven en las islas. Un saludo a las personas que viven en las orillas del mar. Un saludo a todas y todos los hermanos. Gracias hermanos y hermanas. ¡Diez veces venceremos, diez veces venceremos! “
(4) Bandera mapuche.
(5) Símbolo mapuche que representa al lucero del amanecer.