Menos conflictos y más justicia: la vía de la PCM
Teólogo y docente
Días atrás escuchaba a un líder empresarial minero reclamar a la PCM que hubiera diálogos sólo entre la PCM y las comunidades. Que dada la situación, ellos – los mineros – deberían ser parte de cualquier conversación o arreglo final, pues les concernía.
Pero ¿y cuándo se decidía por donde pasaría un camión llevando toneladas de minerales, se escuchaba a las comunidades afectadas?. No. Iban los empresarios mineros al MINEM y lograban, sin presencia de las comunidades, que el camino por donde pasarían los camiones con sus minerales se declarara como vía nacional. ¿Acaso les Importaba la voz de las comunidades?.
Antes, los conflictos se solucionaban con ayuda del gobierno de turno. Pedían y pagaban a cien,o doscientos policías para que les limpiaran la pista de campesinos. Ahora no va la policía, por más que la prensa prostituida haya clamado al cielo por el “restablecimiento de la autoridad”, que no es otra cosa que pedir que la policía defienda los intereses de los grandes mineros. Y para no quedarse solo en pedir represión, los medios opositores vociferaban la inestabilidad económica promovida por el presidente Castillo.
Voces autorizadas, expertas en minería (¡ja!) (otra vez ¡ja!) anunciaban que cada día le significaba a la minera la perdida de millones de dólares. ¡Mentira! Todas las grandes mineras tienen seguros frente a situaciones como estas. No pierden nada.
¿Vendrán más conflictos sociales? Yo creo que no. Lo que vendrá será la justicia social que durante muchos años se mantuvo alejada de las comunidades afectadas, Bien el trabajo de la PCM al tomar el toro por las astas. Bien por la PCM de ir a las mismas comunidades a sentarse bajo su sol y sus vientos fríos para dialogar y partir de la raíz de los problemas, terminando en soluciones justas. Bien por la PCM al realizar, ahora sí, conversaciones tripartitas. Comunidad – Estado – Empresario.
Muchas comunidades despertarán para también clamar la verdadera justicia. No aquella cuando el MINEM acogía de buena gana los estudios de impacto ambiental amañados y nocivos, no sólo para las comunidades, sino para nuestro medio ambiente. Tampoco aquella que consistía en firmar compromisos con las comunidades para luego no cumplirlos y reírse de la gente. Sin embargo hay que estar atento, no vaya a ser que a través del poder judicial y el ministerio público (sí, no merecen las mayúsculas), algunos que fueron nombrados por el fenecido CNM comiencen a darle la razón a las grandes empresas. Ojo a que la justicia impida la verdadera justicia.