Opinión

Monseñor Bambarén : remembranza y recuerdo

Por Víctor Caballero Martin

Sociólogo

Monseñor Bambarén : remembranza y recuerdoAndina

Hoy murió Luis Bambarén, víctima del coronavirus. Sacerdote combativo, rebelde, intransigente a la hora de luchar en defensa de los pobres. Personaje vital a la hora de encontrar soluciones a los conflictos vía el diálogo y la concertación; muchos consensos alcanzados en los conflictos más relevantes se los debemos a su intervención. Protagonista y promotor de la Teología de la Liberación.

El país le debe mucho al Monseñor Bambarén. Estuvo presente en las grandes movilizaciones de los pobladores en la década del setenta. Muchos lo recordamos acompañando y bendiciendo a los pobladores que se asentaron en los arenales de Villa El Salvador; fue detenido por la dictadura militar, pero nada lo detuvo en su amor al pueblo. Fue vilipendiado por los poderosos (sobre todo dentro de la Iglesia), pero nunca sintió temor de nada ni de nadie, y eso alimentó mucho la fe del pueblo en una Iglesia redentora y salvadora. No fue sectario con los que pensaban diferente y con los no creyentes que estaban junto a él en las luchas populares.

La primera vez que lo conocí personalmente fue cuando era directivo del PRONAA en el 2002. Teníamos un serio problema en Chimbote, generado por un grupo de personas que habían tomado el control de una asociación de personas con discapacidad que se apropiaron de la ayuda alimentaria destinada a sus miembros. Esta asociación estaba controlada por un grupo de ex convictos, uno de cuyos líderes era un asaltante de bancos que quedó discapacitado por un balazo en su columna. Feroz personaje, muy violento e intimidante. Monseñor Bambarén, Obispo de Chimbote estaba preocupado porque esos personajes estaban traficando con los alimentos: los vendían o los distribuían solo entre los miembros de su banda. Conversamos para que nos ayude a resolver ese conflicto. Fue una experiencia formidable ver la manera cómo logró que esos dirigentes, que en la reunión buscaban intimidarnos con mirada y gestos y actitudes intimidantes, se allanaran ante la presencia de monseñor Bambarén, quien no perdió el control de la reunión, y en base a un diálogo, tenso por momentos, pero con gestos, palabras y gestos enérgicos, logró acuerdos. Al final, salimos contentos porque logramos orientar la ayuda alimentaria hacia familias que tenían hijos con discapacidad; se acordó un apoyo especial en bolsas de alimentos a las familias que enviaban a sus niños en edad escolar y que tenían alguna discapacidad, para así garantizar su asistencia a las escuelas. Las parroquias de Chimbote ayudarían en ese registro de familias en el ámbito de su parroquia.

Siempre que había una lucha popular veíamos a monseñor Bambarén al lado de los pobres. Siempre que el inefable Cipriani declaraba contra la teología de la liberación y contra los derechos humanos, escuchábamos a Bambarén salir a responderle y desconocer su autoridad.

Adiós Monseñor, sacerdote de los pobres, de los desvalidos a quienes infundió esperanza y fe en la construcción de un mundo mejor.

Lo extrañaremos.