Muchas vacancias, ninguna solución
El país está frente a un nuevo capítulo de la crisis política que ha caracterizado el período iniciado con la elección de Pedro Pablo Kuszcynski en 2016. Esta vez se trata de la reacción a las denuncias que en contra del Presidente Vizcarra han formulado varios aspirantes a colaboradores eficaces del Ministerio Público. El mandatario enfrenta un nuevo pedido de vacancia promovido por tres bancadas y al pedido de renuncia hecho por otras dos: un guión repetido, aunque de desenlace incierto.
No hay duda de que el Ministerio Público debe revisar a fondo las denuncias contra Vizcarra, señalado por presuntos hechos de corrupción en su mandato como presidente regional de Moquegua. El fiscal Juarez Atoche debe continuar a cargo de las investigaciones y de encontrarse razones para una acusación fiscal, esta debe ser formulada al término del mandato presidencial, tal como lo establece la Constitución. De ser encontrado culpable en los tribunales, debe ser sentenciado con todo el peso de la ley.
Pero el ritmo de la política no corre a la par que el sistema de justicia, ni tiene por qué hacerlo. Y es en el plano político que es necesario evaluar la pertinencia de la vacancia o la renuncia presidencial, no solo por el contexto de emergencia sanitaria, sino en el marco de un proceso electoral en marcha que en seis meses nos llevará a elegir nuevo presidente y nuevo Congreso.
En relación a la pandemia, es más que evidente que los problemas de gestión se agudizaron con los dos cambios de gabinete vividos en los últimos meses. Un cambio de gobierno –sin proceso de transferencia- significaría la paralización del Poder Ejecutivo. En cuanto el proceso electoral, si bien este tiene su propio carril, es más que evidente el interés de diversos congresistas por extender su mandato al estar impedidos de postular a la reelección. Para ello, apelarán a cualquier argumento, incluso invocando la anunciada segunda ola de contagios de covid-19.
En Noticias SER consideramos que el pedido de vacancia del presidente Vizcarra debe ser desestimado por el Congreso de la República, y que el equipo especial Lava Jato debe continuar con las investigaciones sobre las graves denuncias de corrupción contra el mandatario. Ya son más de cuatro años de inestabilidad política los que hemos vivido. Esta situación debe llegar a su fin con las elecciones generales de abril, y tanto el Presidente como el Congreso deben garantizar que así sea. Por el bien del país.