Entrevista

Oscar Ugarte: “Poner al 55% de la población nacional en cuarentena no es focalizar"

Por Omar Rosel

Corresponsal en Ayacucho

Oscar Ugarte: “Poner al 55% de la población nacional en cuarentena no es focalizar"

El último martes, el gobierno dictó las medidas y restricciones para buscar contener el avance de la segunda ola del Covid-19 en el país. La reacción resultaría tardía considerando que la nueva ola de contagios se empezó a advertir desde inicios del mes de diciembre y el escenario se complica porque el gobierno no trabajó las estrategias para fortalecer al sistema de salud, a pesar de la existencia de planes y recomendaciones. Noticias SER entrevistó a Oscar Ugarte Ubilluz, ex Ministro de Salud sobre el complicado escenario sanitario que vive el Perú.

¿Era inevitable la segunda ola de contagios y muertes por Covid-19?

Creo que la segunda ola era inevitable porque el virus viene circulando en el país desde que se inició la primera. Además, la protección generada con la primera ola en el mejor de los escenarios, sólo cubrió al 40% en el caso de Lima, 70% en Loreto y en el resto del país estaba por debajo del 40%, 30% y 15%. Entonces, había una población desprotegida, entre 17 y 20 millones de personas. Y lo otro es que esa protección se va perdiendo, porque no es como otras enfermedades, como el sarampión por ejemplo, que quien lo tuvo ya genera inmunidad y defensa por el resto de su vida.

¿Cree que esta segunda ola de contagios y muertes será más crítica que la primera, como anuncian ya algunos epidemiólogos?

Sí. Pero, si bien no se puede demostrar que las nuevas variantes del virus no sean hoy las predominantes; entonces, eso no explica esta virulencia mayor. Lo que está pasando es que hemos relajado las medidas de protección y distanciamiento social. Y también hemos relajado algunas acciones del Estado, porque como parte de la estrategia que se acordó y ratificó a nivel del gobierno nacional, en el mes de agosto, se debió ampliar las camas UCI, pero ahora sólo seguimos con las 1600.

¿Qué no se hizo o qué se debió hacer para afrontar de forma adecuada la segunda ola?

Se han perdido cinco meses para preparar mejor al sistema de salud y enfrentar esta segunda ola. Tenemos una acción más activa del virus y por otro lado tenemos una desprotección del sistema de salud que debió ser fortalecido en estos meses. Por ejemplo, fortalecer el primer nivel de atención, tener profesionales con equipos de respuesta rápida, para hacer diagnósticos rápidos y claros, con posibilidad de ayudar a las personas que tienen el virus, pero no en sus casas, sino en ambientes transitorios como las torres de la Villa Panamericana. Hasta agosto de instalaron 91 centros de aislamiento temporales y se prometió que a diciembre se incrementarían a más de 400 y no ha pasado eso, al contrario se han desactivado, por ello la Ministra de Salud ha dicho que se va a retomar reactivar estos centros.

¿Fue sólo la crisis política que no permitieron prepararnos para la segunda ola o hay otras variables?

Aparte de la crisis política que tiene un peso, sucede que ciertas políticas que se anunciaron no se implementaron. Por ejemplo, de marzo 2020 en adelante se contrataron 55 mil nuevos trabajadores por el MINSA y Essalud, pero cuando terminaron sus contratos ya no se les renovó, por eso la Ministra de Salud ha dicho que se va a volver a contratar. Ahí hay una mala política de financiamiento y eso es porque se confiaron en que no surgiría una segunda ola. Recordemos que el Ministro de Economía, Waldo Mendoza, decía que no iba suceder una segunda ola y partía de un análisis falso de la inmunidad de rebaño. Con esa argumentación se avaló el presupuesto del sector salud, propuesto por el anterior gobierno. En marzo del 2020, el presupuesto de salud era de S/.18,500 millones y se incrementó a 27,500 para contratar personal y contener la pandemia. En diciembre, el Congreso, aprobó para el sector salud sólo S/.20,900 millones, muy por debajo del presupuesto final del sector salud del 2020. Recién, en estas semanas se ha ido aprobando decretos de urgencia y se habilitó más de 600 millones. Por el recorte de presupuesto, no se contrató más personal, no se amplió camas UCI, no se habilitó más hospitales transitorios y no se fortaleció el primer nivel de atención. Hubo una evaluación inadecuada que hizo que se baje la guardia.

¿Considera que el gobierno de Sagasti tardo mucho para aplicar medidas y restricciones ante el avance del Covid-19?

Claro que sí y, se pude demostrar con evidencias, porque los gráficos del promedio nacional de casos nuevos y muertes, indican que venía creciendo desde principios de diciembre y que se estaba iniciando la segunda ola. Si uno analiza por regiones, en el caso de Piura, desde principios de noviembre los casos estaban creciendo y la mortalidad también desde principios de diciembre. Las curvas más críticas de los departamentos que están como riesgo extremos como Huánuco, su curva de defunciones está casi igual que al pico más alto de la primera ola, al igual de Pasco, Junín, Huancavelica, Ayacucho y Apurímac. En toda la franja de la sierra central y sur, se vienen disparando las cifras desde hace dos meses. Se tardó mucho, es más, hubo discrepancias entre las autoridades, porque uno decía que solo es un repunte, otro decía segunda ola, otros hay que evaluar. No se definió claramente, ni se realizó un análisis objetivo. Estas medidas debieron adoptarse en diciembre.

Las medidas anunciadas por el gobierno, ¿considera que son las más acertadas y adecuadas?

Creo que las medidas, en determinados casos son exageradas y en otros insuficientes. Si vamos a hacer una contención focalizada, entonces hacemos una cuarentena focalizada. Pero, no se ha focalizado, porque es toda la región, es toda Lima provincias, es todo Ancash, es todo Junín. Si sumamos la población de las regiones para cuarentena es la mayoría de la población. Poner al 55% de la población nacional en cuarentena no es focalizar, sino es una medida general y gruesa. Focalizar hubiese sido, tomando las recomendaciones del Colegio Médico, que si tenemos entre 100 a 200 distritos en las regiones consideradas críticas, entones centras ahí la intervención, porque no es todo Pasco o no esto Junín, hay zonas más críticas que otras. Se pudo haber trabajado la focalización con participación de gobiernos locales y autoridades.

Considerando lo que hemos vivido y se habla de que 15 días de medidas y restricciones no serían suficientes ¿Qué implicancias podría generar esta situación?

El tiempo es insuficiente. Pero también sabemos que hay un sector de la sociedad que no va poder acatarlas, no porque no quiera ni por indisciplina, sino porque depende del trabajo eventual cotidiano y van a salir a la calle quieran o no quieran. Esa población que en la primera ola salió de Lima hacia provincias, ya regresó en los últimos meses y está trabajando. Y ahora con el anuncio, estas personas están saturando el transporte interprovincial para volver a su tierra. Surgirá una situación social muy crítica que no se compensa con el bono de 600 soles. Los 15 días servirán para medir mejor el tipo de acciones que se debe implementar y ganar tiempo hasta que llegue la vacuna y, eso implica un mayor fortalecimiento del sector salud y que se cumpla todo lo que se ofreció en agosto del año pasado.

¿Disponemos de la logística necesaria para una vacunación rápida, en la medida que vayan llegando los lotes de vacuna?

Para la primera prioridad, anunciada para febrero y marzo, que es personal de salud, policías, fuerzas armadas y bomberos, se completa un millón de personas. Para ello requerimos 2 millones de dosis y lo que teneos garantizado es 1 millón, que llegarían en estos días. Hay un faltante, pero ya se hizo el planteamiento adicional a Sinopharm, para que envíe 2 millones más de vacunas, para completar la primera prioridad. La logística se tiene, porque el personal de salud está en sus instituciones, es fácil llegar a ellos y la cadena de frio se garantiza. Ahí no veo mayor complicación, salvo el tiempo.