Opinión

Pandemia, vacancia y vacunas

Por Julio Failoc

Economista

Pandemia, vacancia y vacunasPresidencia de la República

Es posible que suene poco creíble y descabellado, que algunos – menos mal que son pocos, incluida, la prensa cloaca y pro-golpista - celebren cuando las cosas van mal en el país. Que no llegue a tiempo la vacuna no es motivo de celebración. Mal, muy mal, por que todo esto tiene que ver con vidas.

Después de escuchar confesar a los vacadores, con el eco de la prensa petardista y pro-golpista, que se quieren tirar abajo la mesa directiva congresal y junto con ello al ejecutivo, aunque esto último no lo digan abiertamente, no queda duda que más temprano que tarde intentarán asaltar la mesa directiva y vacar al presidente Sagasti. Al parecer, a la mayoría del congreso no le interesa que la segunda ola de la pandemia esté en ciernes y que la inestabilidad política, lo único que hace es complicar aún más las cosas.

No se puede tapar el sol con un solo dedo. En el tema de las vacunas no solo fue descuido del ejecutivo, sino que -también- el congreso tuvo una gran cuota de responsabilidad por las sucesivas intentonas de vacancia que iniciaron en setiembre y que se consumaron el nueve de noviembre, fechas en la que se deberían haber realizado los desembolsos de dinero para garantizar un lote importante de vacunas.

Sin embargo, todos mienten (con raras excepciones), y le mienten a la población con sus medias verdades. Se quieren desmarcar de la responsabilidad de las vacunas cuando es claro que a todos les corresponde una cuota de responsabilidad. Usan las vacunas como eje de campaña para las elecciones y para tirarse abajo al gobierno, y también para cerrar el paso a sus adversarios políticos, generando más inestabilidad. Esto lo único que trae consigo es más desconfianza en la clase política y nos pone en el dilema –otra vez- de votar por el menos malo. Son incapaces de generar un debate alturado en torno a las propuestas de salida a la crisis que vive el país.

Sospecho que a los que tienen la mayoría en el congreso poco les interesa el país (por lo menos así lo vienen demostrando), que lo único que quieren es salvar el pellejo frente a posibles acusaciones constitucionales una vez que dejen el poder. Cada vez son más conscientes que no solo tienen que dar cuenta del golpe de estado, sino también, de las sucesivas infracciones constitucionales generadas por las iniciativas legislativas que lo único que han generado es del debilitamiento del gobierno cuando las observa y las deriva al Tribunal Constitucional (TC).

Es fácil inferir las motivaciones para la censura de la mesa directiva e insistir en la elección del TC. El problema es que no saben cómo hacer para apoderarse de la mesa directiva del Congreso sin tirarse abajo al gobierno. Tienen miedo echarse encima a los “Jóvenes del Bicentenario”.

Todos estamos advertidos: “Guerra avisada no mata gente”.