Patricia Ames: “La ruta para la reapertura es el diálogo entre escuelas y familias para adoptar una decisión”
Corresponsal en Ayacucho
El retorno a clases semi-presenciales se ha focalizado en algunas zonas rurales, situación que no ha sucedido en las escuelas de las ciudades. A la preocupación de los padres y madres de familia por la calidad del aprendizaje mediante la educación virtual se suma la inquietud por la situación sanitaria, la posible tercera ola de contagios y el reducido avance de la vacunación. Para analizar sobre este tema Noticias SER entrevistó a Patricia Ames, docente Investigadora de la Pontificia Universidad Católica del Perú.
¿Cómo calificar la protesta de padres y madres de familia en las puertas del Ministerio de Educación exigiendo que se reabran las aulas para clases semipresenciales?
Es una demanda legítima que los padres y madres quieran recuperar el servicio educativo para sus hijos e hijas, pero creo que es importante que consideren las circunstancias de otras familias y de otros niños y niñas que se movilizan de un distrito a otro, o que utilizan el transporte público para asistir a la escuela, que son vectores de contagio. Entonces, si bien es un derecho de toda familia solicitar el servicio educativo, no se puede hacer de la misma manera para todos, ni por decreto, más bien la ruta para la reapertura es es el diálogo entre escuelas y familias para adoptar una decisión. No se trata de decidirlo todo desde arriba, sino de fomentar un diálogo para tomar una decisión donde todos estemos satisfechos. Hay que entender que no puede darse una respuesta de un sí o un no, de manera general, porque las escuelas en el Perú son muy diversas. Creo que sí que hay que volver a la presencialidad y a la semipresencialidad, pero tomando en cuenta los riesgos y los beneficios en cada caso particular.
La preocupación de los padres y madres de familia es que la virtualidad no está garantizando el adecuado aprendizaje de sus hijos e hijas ¿Cómo debe responder MINEDU a esa preocupación?
La virtualidad no cubre todas las áreas que brinda la interacción en la escuela ni la presencia y rol del docente. Sin embargo, sí hay aprendizajes que se están dando gracias a la educación virtual. Y en los hogares también se puede aprovechar circunstancias cotidianas para reforzar algunos aprendizajes y además pedir ayuda, consejos y sugerencias a los profesores sobre las actividades que la familia puede hacer para fomentar los aprendizajes del estudiante.
¿El MINEDU está en condiciones de garantizar los cuidados sanitarios? Porque muchas escuelas no cuentan siquiera con el servicio de agua potable
Se está dando continuidad a la estrategia del gobierno anterior, que busca un retorno seguro que debe ser progresivo, flexible, elegible y voluntario. Esos son los cuatro ejes que se han establecido. Actualmente hay más de cinco mil escuelas que están trabajando con algún grado de presencialidad, claro que el 97% están en áreas rurales. Ahora bien, la marcha de padres y madres de familia está muy enfocada en la problemática de las escuelas urbanas que todavía no han entrado a la presencialidad por muchas razones, como son los niveles epidemiológicos, los riesgos de la tercera ola por el reducido porcentaje de vacunados. Muchas veces nos comparan con otros países, pero esos países tienen niveles de vacunación de más del 50% de la población, mientras que en el Perú estamos alcanzando un 20%.
¿Se tiene informes sobre el funcionamiento de las escuelas rurales con semipresencialidad? ¿Se han detectado dificultades?
Si se está dando un seguimiento a las escuelas que han abierto y desde el MINEDU se estaba apoyando con materiales como alcohol, protectores, mascarillas para las escuelas. El monitoreo es muy importante, porque podemos abrir, pero podría haber contagios y debemos tener la capacidad de reaccionar rápidamente. La gran pregunta es si el sistema educativo tendrá la capacidad de monitorear 20 mil a 25 mil escuelas.
¿Qué opina del Decreto Supremo que declara el sector Educación en emergencia en el segundo semestre del 2021 hasta el primer semestre del 2022?
Una declaratoria de emergencia permite agilidad en la ejecución, de manera que se pueda dar una respuesta más rápida a las necesidades que surgen. En ese sentido puede ser muy útil para poner en mejores condiciones las escuelas, porque hay muchas escuelas, incluso en las zonas urbanas, que no tienen un buen servicio de agua o de desagüe y eso es básico para el retorno, así como las condiciones de bioseguridad.
¿Desde el MINEDU se tiene un plan de retorno entendiendo la complejidad de nuestro territorio?
MINEDU cuenta con materiales dirigidos a directores, maestros y directores de Unidades de Gestión Educativa Local. Se aprecia muy clara la diversidad y la necesidad de tomar decisiones basadas en el territorio, porque nuestras escuelas son muy distintas. Hay zonas rurales donde el maestro vive en la comunidad, otras donde vive en otra localidad o en otra región. La movilización de los maestros es mucho más amplia de lo que imaginamos. Nuestro territorio es muy heterogéneo y la ruta para la reapertura de las escuelas pasa por un diálogo con el gobierno regional, con la unidad educativa local, con las escuelas y la familia.
Un problema singular sobre el que no se habla es la situación de las niñas y niños huérfanos por pandemia ¿hay una adecuada respuesta para su atención?
El año pasado el gobierno instauró un Bono de Orfandad, administrado por INABIF, una ayuda económica de 200 soles para los niños que perdieron a uno o ambos padres, y para el adulto que está a cargo del niño y niña huérfana. Aunque el gobierno calculó alrededor de 30 mil huérfanos, un estudio de The Lancet calcula que podrían ser más de 92 mil huérfanos. Eso implica triplicar el esfuerzo para la atención a estos menores y articular intervenciones del varios sectores para dar no quedarse en el apoyo económico, sino que asegure que estos niños están asistiendo a la escuela, reciban atención sanitaria y a su bienestar socioemocional, y también para prevenir situaciones de violencia. La intervención integral es uno de los retos pendientes para la atención para las niñas y los niños huérfanos.