Perú: un panorama incierto
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Pólvora y fuego
Al día siguiente que el presidente Vizcarra fue destituido del cargo se iniciaron una serie de protestas contra el congreso, el sistema político, las empresas, el manejo de la economía, el régimen laboral, una tras otra, y hasta la fecha no han cesado. La coyuntura política abrió una ventana donde todos los ciudadanos pudiesen reclamar lo que creen que es justo.
La sociedad peruana estuvo soportando por largo tiempo el pésimo manejo del país que solo necesitó un hecho más para explotar. Las primeras protestas empezaron contra el Congreso por haber destituido al presidente por incapacidad moral, pero más que apoyar a Vizcarra, la población protestó contra el congreso y contra los intereses particulares que representa.
Hasta ahora, pienso y creo, que el apoyo a Vizcarra de parte de los peruanos se debe a la disolución de un congreso impopular, que ahondo aún más sus divergencias con los partidos políticos. E imagino que pensó superar todo con la elección de un nuevo congreso pero se topó con otro similar, y con intereses distintos al anterior, lo que al final profundizó más sus problemas de gobernabilidad.
El lema “Merino no me representa”, fue un ejemplo de la escasa representatividad que tienen los congresistas, obviamente Merino solo representa al grupo que lo eligió, y al ser un congresista de Tumbes, “los limeños” no se sentían representados por él.
Error de cálculo
Nuestros políticos, no se caracterizan por tomar las mejores decisiones, o mejor dicho toman las decisiones que solo les favorecen a ellos y al grupo que representan, más no buscan consensos para lograr el equilibrio efectivo entre la mayoría y minoría.
La pregunta cae de madura, ¿los congresistas pensaron en lo que ocurriría cuando destituyeron al presidente? Al parecer no entendieron que el gobierno de turno también era un gobierno transitorio -ante la renuncia de PPK- que tenía legitimidad porque Vizcarra había sido integrante de la plancha presidencial ganadora de las elecciones pasadas. Por ello, y a la luz de los hechos ocurridos pienso que fue un error sacar a Vizcarra de su puesto.
Intelectual o político
La muy efímera presidencia de Manuel Merino, debido a su renuncia a la encargatura de la presidencia del Perú, motivo la elección de una nueva mesa directiva del Congreso, para que su presidente asuma la encargatura de presidente del Perú. Luego de varias peripecias se eligió a Francisco Sagasti, intelectual de reconocida trayectoria pero con escasa experiencia política, quien inicio su mandato con un discurso conciliador pero al incluir versos de Vallejo y lágrimas en su exposición, desnudo su principal defecto:; no ser político.
El presidente Sagasti se muestra como un académico, lo cual es percibido como una debilidad. No estoy seguro si entendió su papel en estos pocos meses de gobierno: asegurar unas elecciones limpias, el tránsito a un nuevo gobierno y sobre todo no empeorar la situación del país.
Si se pensó que con el nombramiento de un nuevo presidente, se calmarían los ánimos de la población, al contrario en todo el país se avivaron los reclamos ante la difícil situación económica, social y política, hasta cobrar la vida de otro joven, esta vez provinciano.
Las decisiones tomadas por el presidente Sagasti muestran más dudas que aciertos. Teniendo un régimen con poco respaldo, no podrá realizar ninguna mejora significativa, al contrario corre el riesgo de caer en acciones políticas que empeoren las cosas.
Gobernar es más difícil que criticar, es verdad, hasta ser el jefe no sabemos qué sucederá, los que nos apoyaron pueden volverse nuestros enemigos y como nuevo jefe al querer mantener el cargo, puede llevar a tomar acciones similares a las que antes criticaste. Hacer política no solo es tomar decisiones, sino un permanente juego de roles y concertación con aquellos que son opuestos a lo que pensamos o representamos.
Elecciones: en busca de un nuevo horizonte
Ya empezó la campaña para las próximas elecciones presidenciales y congresales, en teoría al elegir la población al candidato de sus simpatías y las fuerzas políticas obtener en las urnas su cuota de poder, las protestas deberían cesar al menos por un tiempo.
Sabemos que los partidos políticos en el Perú, tienen muy poca representatividad, lo cual volvió a ser confirmado en las elecciones internas de los partidos, donde menos del 15% de electores inscritos por partido eligieron a sus representantes. Entonces, ¿A quiénes representan estos partidos? ¿Nuestros principales personajes políticos son representativos? La respuesta debería ser positiva pues solo un gobierno legítimo podrá hacer los cambios necesarios para mejorar la situación crítica en la cual nos encontramos.
¿La historia se repite?
El año 2020 será recordado por la pandemia y sus consecuencias y por haber tenido tres presidentes, esto último pensé que solo había ocurrido en el siglo XIX. Al leer la “Historia de la República del Perú”, de Jorge Basadre, me sorprendía la cantidad de presidentes que se sucedían y la cantidad de intrigas políticas que ahí se detallan, ahora ya no me sorprendo pero si asusta el saber que poco hemos cambiado y si bien mejoramos como sociedad tenemos el defecto de retroceder dos pasos por cada paso avanzado. En nuestra historia tenemos ciclos económicos buenos pero le siguen épocas turbulentas. ¿Qué podemos hacer? primero empezar a elegir bien, segundo apoyar a nuestro candidato elegido y sus congresistas, y tercero ser partícipes el cambio.
El Perú no va cambiar solo, necesita de todos nosotros.