Por un Bicentenario con Nosotras en Nuestra Diversidad

Desde hace meses las integrantes del núcleo Mujeres de la organización En Movimiento decidimos escribir, buscando dar espacios a las voces invisibilizadas en la historia oficial, como las de mujeres. Además, decidimos escribir y publicar como Núcleo, porque nuestra apuesta es de construcción colectiva.

Dentro de unos días celebraremos 200 años de la independencia del Perú de España. ¿Qué tenemos que decir? Tenemos sentimientos encontrados, pues aunque es un hito importante en nuestra historia, este no incluyó la emancipación de las mujeres ni reconoció su participación en la gesta; el proceso de reconocimiento de derechos ha sido de lucha constante y uno de los más lentos de la región.

El proceso independentista es lejano para muchas niñas y mujeres al no reconocernos en ela, pues se ha ignorado el rol fundamental de mujeres como Micaela Bastidas, Tomasa Tito Condemayta, Maria Parado, solo por mencionar a las que en los últimos años han ganado más notoriedad. A nosotras nos contaron la historia de hombres valientes e inteligentes, no de mujeres corajudas que entregaron todo por una patria libre y soberana; y aún en el Perú de hoy, tenemos que exigir el lugar protagónico en la historia que nos corresponde.

En 1908, 87 años después de la independencia del Perú y 29 años después de la Guerra del Pacífico, las mujeres logramos acceder a la universidad, lo que fue criticado por quienes creían que nosotras no podíamos ser parte del campo académico para relegarnos al doméstico. Hoy, las mujeres que escriben, recuerdan las palabras de Ruth Bader Ginsburg(1), “las mujeres pertenecen a todos los lugares en que se adoptan decisiones”. Otro hito importante para nosotras fue en 1956 cuando se promulgó la ley que otorgó a las mujeres el derecho al sufragio, aunque no lo ejercimos a plenitud hasta 1980(2).

Y aún así, a pesar de los avances, éstos no dejaron de ser excluyentes, así las mujeres nos hemos visto infrarrepresentadas en las esferas políticas, siendo que la representación de nosotras en el parlamento solo llega al 26.2% (INEI, Brechas de Género 2020). Lo mismo sucede con la representación al frente de los gobiernos locales como alcaldesas (4.8%) y en los gobiernos regionales como Presidentas Regionales (0%), no incluyendo la representación expresa de mujeres indígenas o afro peruanas o mujeres dentro de la diversidad y disidencia sexual.

Aún hay mucho por hacer en nuestro país, desde las instituciones estatales y la sociedad misma. Y si algo hemos aprendido dentro del activismo feminista de izquierda es que no queremos que las mujeres seamos excluídas de los espacios públicos ni de decisión y en la lucha por un mundo más justo e igualitario. Ahora mismo, nuestras compañeras trans, demandan la aprobación de una ley que garantice el reconocimiento legal de la identidad de género autopercibida.

Para construir un nuevo y mejor Perú no basta con aceptar que las mujeres hemos sido excluidas de la historia oficial, sino que es necesario reconocer la existencia de una deuda histórica que debe ser saldada a través de derechos plenos para todas las mujeres, en nuestra diversidad.

Derechos Para Unas Derechos Para Todas

(1) Ruth Bader fue una jurista estadounidense que luchó por los Derechos de las Mujeres y la Igualdad de Género desde el espacio legal.

(2) Todas las mujeres peruanas recién pudieron ejercer su derecho ciudadano al voto a partir de 1979 donde se dejó de discriminarse en acceder al voto a quienes no habían eran personas alfabetizadas