¿Qué está pasando en EsSalud?
El 8 de octubre, el equipo del Instituto de Evaluación de Tecnologías en Salud e Investigación (IETSI) de EsSalud publicó un estudio -aun no revisado por pares- que tuvo como objetivo evaluar la efectividad de la azitromicina, la ivermectina y la hidroxicloroquina para prevenir la mortalidad de pacientes hospitalizados por covid-19. Se utilizaron los datos de las historias clínicas electrónicas de los pacientes con covid-19 hospitalizados en los establecimientos de EsSalud a nivel nacional. El método consistió en comparar la mortalidad, según los siguientes grupos: el grupo de cuidados estándar (antipiréticos, hidratación, monitorización y soporte básico); el grupo de pacientes tratados con azitromicina; el grupo de pacientes tratados con ivermectina; el grupo de pacientes tratados con hidroxicloroquina, y los grupos conformados por las combinaciones de estos tres fármacos.
Los resultados mostraron que el uso de la hidroxicloroquina, ivermectina, azitromicina o sus combinaciones no presentó efectos beneficiosos en los pacientes de EsSalud hospitalizados por COVID-19. Por el contrario, se encontró que el uso de ivermectina más azitromicina está asociado con 40% de la mortalidad, en comparación con el tratamiento estándar; es decir, que las personas que recibieron la combinación de azitromicina más ivermectina tuvieron mayor probabilidad de morir, en comparación de las personas que recibieron antipiréticos (como el paracetamol), hidratación y cuidados básicos. La probabilidad de muerte ha sido mayor en el grupo de pacientes que recibieron cualquiera de los medicamentos mencionados, en comparación con el tratamiento estándar. El estudio está disponible libremente en internet a través de este enlace: https://www.medrxiv.org/content/10.1101/2020.10.06.20208066v2
Si bien es cierto que este tipo de estudios muestra asociación y no causalidad, cabe señalar que el método utilizado es útil para establecer comparaciones y conseguir una aproximación a la causalidad. Asimismo, es el primer estudio con datos nacionales y con un método riguroso que refuerza los argumentos de numerosas investigaciones a nivel internacional que sostienen que la ivermectina, la azitromicina y la hidroxicloroquina no son efectivas para el tratamiento del covid-19.
Al día siguiente de la publicación de la investigación, la jefa de EsSalud, Fiorella Molinelli, separó de sus funciones a Patricia Pimentel, directora del IETSI. Las razones oficiales aún no están completamente aclaradas. Hoy, la jefa de EsSalud, en una respuesta poco precisa, mencionó que la separación de funciones de Pimentel fue por falta de rigurosidad científica. Por otro lado, Alfredo Barredo, gerente de EsSalud mencionó que el estudio no aplica para casos de covid-19 atendidos de manera ambulatoria y «hay una línea de protocolos que no ha seguido el estudio».
Además de lo expuesto, otros hechos levantan importantes cuestionamientos respecto a la transparencia y al uso de evidencias en las decisiones de salud pública. En primer lugar, en la Resolución de Presidencia Ejecutiva N°869-PE-ESSALUD-2020, donde se separa a Patricia Pimentel, se menciona lo siguiente: «La mencionada trabajadora se encuentra obligada a guardar la debida reserva respecto de los asuntos y/o información a la cual haya tenido acceso, así como acatar las demás prohibiciones señaladas en la Ley N°27588, bajo sanción de inhabilitación para prestar servicios al Estado y sin perjuicio de las acciones administrativas, civiles y penales de las que hubiera lugar». En segundo lugar, a pesar de que las evidencias científicas muestran que la ivermectina no es beneficiosa contra el covid-19, el 5 de octubre el Estado compró más de 900 mil frascos de este medicamento por un monto mayor de 4 millones y medio de soles. En tercer lugar, cabe recordar la coerción de EsSalud hacia los profesionales de la salud para evitar que brinden declaraciones sobre la situación de los hospitales.
El Perú es el segundo país con la mayor tasa de mortalidad por covid-19; es el octavo país con mayor número de muertos; es uno de los países con mayor caída de los indicadores económicos, y aún no se cuenta con remedio ni vacuna. A pesar del discurso de apoyo a la ciencia, tecnología e innovación, la destitución de Patricia Pimentel refleja que el apoyo no se da cuando se cuestiona científicamente las decisiones gubernamentales. Es un mensaje que puede coaccionar a otros investigadores que deseen evaluar la eficacia de las políticas sanitarias, y genera más desconfianza en las decisiones que toma el Estado en torno a la pandemia.
No se puede hablar de apoyo a la ciencia, tecnología e innovación, cuando no se permite que las investigaciones científicas observen las decisiones gubernamentales. Es un mal precedente que el Estado no tome decisiones basadas en evidencia y –peor aún- coaccione a equipos de investigación científica cuyos resultados dejen claro que las medidas del Ministerio de Salud no fueron ni son las adecuadas. Hasta la fecha, se ha registrado la muerte de más de 33 mil personas por covid-19, ¿cuántos murieron por las decisiones del gobierno?