Rodrigo Gil: “No veo a las bancadas llegando a acuerdos para lograr una mesa de consenso”
Corresponsal en Ayacucho
La Comisión de Constitución del Congreso aprobó el dictamen de la ley de reforma constitucional que busca el retorno a la bicameralidad y la reelección parlamentaria. Lo que ha llamado la atención es el apuro con la que se desarrolla este proceso, sin una amplia reflexión y discusión. De otro lado, se viene la elección de la nueva Mesa Directiva del Legislativo, que motivará pugnas internas entre las diversas bancadas, considerando los posibles desenlaces del gobierno de Pedro Castillo. Para analizar lo que viene sucediendo al interior del Congreso de la República, Noticias SER entrevistó a Rodrigo Gil Piedra, politólogo e Investigador del Instituto de Estudios Peruanos.
¿Qué opina sobre la aprobación de la bicameralidad y la relección parlamentaria en la Comisión de Constitución del Congreso de la República?
Me parece importante que parlamento discuta reformas tan importantes como el retorno a la bicameralidad y la reelección parlamentaria. Creo que es necesario que haya un proceso de autorreflexión por parte del Congreso sobre medidas por su importancia e incluso su necesidad en el país. Lo que me parece un poco problemático es el momento en el cual se plantean estas reformas, ad portas del cierre de esta legislatura y que se discuta y sea apruebe tan rápidamente este pre dictamen. Me parece que los tiempos no son los más adecuados para un proceso de reflexión profunda que amerita este tipo de reformas.
¿A qué obedecería este sorpresivo y fugaz debate de la bicameralidad y la relección congresal?
Yo creo que por un lado hay un grupo de parlamentarios que consideran necesario e importante la posibilidad de retornar la bicameralidad y promover la reelección parlamentaria, porque consideran que a través de ellos generarán una mejor calidad de la representación y de una conexión mucho más profunda con la ciudadanía. Al mismo tiempo consideran que promover una reelección parlamentaria puede servir para construir carreras políticas de mayor alcance, lo cual genera algunas mejoras en la calidad de la representación política. Pero, hay un grupo de congresistas que están proyectando algunos posibles desenlaces al conflicto entre el gobierno y el congreso en el próximo año, uno de los cuales es un escenario de elección adelantada. Esta reforma les permitiría tener la posibilidad de volver a postular al Congreso bicameral.
¿Qué opina sobre el cambio de más de 50 artículos de la Constitución Política que se pretendería realizar conjuntamente con la incorporación de la relección parlamentaria y la bicameralidad?
No he revisado toda la propuesta del dictamen de la Comisión de Constitución. Entiendo que por ser reformas constitucionales, requieren una doble legislatura, entonces, eso necesitará un amplio debate en el pleno de estos más de 50 artículos que pretenden reformar en la Constitución. Ahora bien, me imagino que habrán temas que son neurálgicos vinculados a lo que estamos conversando, pero también habrá otros temas que no tienen que ver con la adaptación a la bicameralidad y la reelección. Lo que habrá que ver, es que en el fondo, no estén afectando las reglas de juego planteadas en la Constitución actual.
¿No es un contrasentido la discusión del retorno a la bicameralidad y la reelección congresal, considerando que la ciudadanía se opuso a las mismas en el referéndum del 2018?
Entiendo que por ley, luego de 2 años de un referéndum, ya se pueden volver a debatir los temas que fueron sometidos a consulta. Por lo tanto, estamos en el plazo para poder plantear esta discusión pública. Entonces, creo que hay que tratar de sopesar lo que la población decidió en ese momento, que fue mayoritariamente en contra de la reelección y de la bicameralidad, con las necesidades actuales que tiene el Congreso en su relación con la ciudadanía y con el gobierno, y también tomando en cuenta como han variado las percepciones de la población. Las encuestas han ido reflejando, en los últimos tiempos, que alrededor de la mitad de la población estaría de acuerdo con un retorno al Senado. Si bien el referéndum 2018 sentó una posición de la población respecto de estos tema, muy vinculada a la presencia e iniciativas impulsadas por el gobierno de Vizcarra respecto del Congreso, creo que el cambio de los actores y de los temas en la discusión pública, ameritan volver a plantear un tema tan importante para el país.
¿Cuál es tu opinión sobre lo que implicará la elección de la nueva Mesa Directiva del Congreso de la República, considerando los posibles contextos y desenlaces que podrían ocurrir?
Es un tema muy importante al que todavía no se le ha prestado la atención debida. Pensando en la elección de la actual mesa directiva que preside María del Carmen Alva, quizá, en las evaluaciones iniciales de algunos actores en el Congreso se podría haber pensado que el gobierno caería en el primer año de ejercicio. Pero, éste gobierno, con todos sus falencias y debilidades, ha demostrado una capacidad de resiliencia que lo ha mantenido en funciones a pesar de los intentos del parlamento para cambiar esta situación. Sin embargo entrado el segundo año, el gobierno está muy desgastado, con todos los problemas que ha venido acarreando durante su primer año en funciones, que no están ligadas necesariamente a la labor parlamentaria ni al enfrentamiento contra el gobierno, sino son errores y fallas propias del Ejecutivo. Pero de cara a la elección de la nueva Mesa Directiva, ahora sí existe la posibilidad de pensar que las posibilidades de continuidad del mandato presidencial están muy debilitadas. Es decir, quién aspira a ser el nuevo Presidente de la nueva Directiva del Congreso, probablemente, esté pensando en la posibilidad de que hacia el segundo año el gobierno caiga y por lo tanto, generarían estas discusiones sobre a quién le correspondería asumir la Presidencia de la República en caso el Presidente Castillo cayera o fuera vacado. Por supuesto está la vicepresidenta, pero sabemos que el Congreso, en los últimos años, ha jugado algunas cartas que tienen a mano para promover a alguno de sus integrantes en el puesto máximo de la autoridad del Estado.
Tomando en cuenta estos posibles escenarios ¿las pugnas por tomar la Mesa Directiva serán más fuertes o podríamos esperar algún tipo de consenso entre las bancadas?
Pienso que las tendencias en el Congreso, por lo que ya hemos visto en el último año, nos deberían hacer pensar de que las pugnas van a ser importantes al interior del Congreso. No veo a las bancadas llegando a acuerdos para lograr una mesa de consenso, que busque la mesura y la moderación en términos políticos, tratando de sentar una agenda de gobernabilidad mínima en relación con el Ejecutivo. Creo que en esta elección y en lo que pase después de ella, van a permanecer algunos de estos intereses y tendencias, más bien, corporativas, particulares y de grupo, que ven al Ejecutivo como un adversario hostil.