Entrevista

Roger Agüero: “solo el 2.6% de la población rural del Perú consume agua de calidad”

Por Ronald Ordóñez

Corresponsal en Cajamarca

Roger Agüero: “solo el 2.6% de la población rural del Perú consume agua de calidad”Foto: SER

El 22 de marzo de cada año se conmemora el Día Internacional del Agua con el objetivo de resaltar la importancia de dicho elemento para la vida en el planeta. A pesar de los esfuerzos en los últimos años, todavía persisten grandes problemas para que la población de nuestro país, especialmente en las zonas rurales, accedan al agua potable. Al respecto, Noticias SER conversó con Roger Agüero Pittman, especialista en la temática y coordinador del Programa de Agua y Saneamiento de la Asociación Servicios Educativos Rurales – SER.

¿Por qué es importante conmemorar este día?

Es un día que nos recuerda que el agua es una fuente de vida. Sin agua no existiría nada, ni humanos, animales o plantas y también porque es un recurso que en los últimos años es muy escaso y valorado. En ese sentido, es importante este día para entender que debemos proteger, cuidar, mantener el agua y brindar seguridad a las futuras generaciones, es decir, no solo pensar en el consumo y uso actual, sino prever para el futuro.

¿Cuáles son los principales problemas que se presentan en el acceso al agua por parte de las personas?

En el Perú y en el mundo en general, los problemas van por el lado de la cobertura. De cada tres personas, sola una tiene acceso a los servicios de agua a nivel mundial y en el Perú, 3 millones de personas no cuentan con acceso a agua potable, de las cuales, 1.7 millones son de la zona rural. Siendo el agua un derecho toda la población peruana debe contar con este servicio, pero las políticas de los gobiernos generalmente no han estado orientadas de esta forma, aunque es importante reconocer que en los últimos años, a la población de la zona rural el sector le ha dado una mirada distinta, inicialmente, con la creación del Programa Nacional de Agua y Saneamiento Rural (PRONASAR) en el 2002 y en el 2012 con el Programa Nacional de Saneamiento Rural (PNSR). Ha habido algunos avances, sin embargo, no es suficiente, porque si bien es cierto, más o menos el 75.6% de la población rural accede a servicios de agua potable, si miramos por el lado de sostenibilidad y calidad, ahí todavía la cobertura es mucho más baja, pues solo el 2.6% de la población rural del Perú consume agua de calidad. En sí, las políticas y el presupuesto todavía no llegan a las zonas rurales y también es la misma gestión, porque para garantizar la calidad se debe tener en cuenta algunos factores de sostenibilidad y uno de ellos es que las Juntas Administradoras de Servicios de Saneamiento (JASS) estén sólidamente organizadas para que en lo mínimo puedan administrar, operar y mantener sus servicios.

Acaba de referirse al agua como derecho y precisamente, en los últimos años se habla con más énfasis del Derecho Humano al Agua Potable ¿En qué consiste este enfoque?

Por el año 2002, las Naciones Unidas empiezan a plantear que el agua tiene que llegar a todas las poblaciones del mundo y en ese sentido, se incorpora como derecho, además, en los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) se considera como sexto objetivo, lo que implica que por parte del gobierno está la obligación de brindar a la población los servicios de agua y saneamiento y para eso tiene que plantearse políticas para llegar con mayor presupuesto y buscando su sostenibilidad. El ejercicio de ese derecho, como los demás, tiene que garantizarse y eso recién se está trabajando en el Perú, aunque desde el sector ya se han alineado un poco para contribuir en el logro de los ODS.

En sí, el Derecho Humano al Agua debe entenderse como la obligación que tiene el Estado para que toda la población acceda a los servicios de agua pero de calidad, que cumpla con algunas condiciones características. Asimismo, por otro lado, se requiere el cumplimiento de deberes por parte de quienes utilizan los servicios como organizarse y pagar por sus tarifas. Son deberes y derechos que van articulándose.

Finalmente, ¿cómo aprecias el papel del Estado en favorecer el acceso al agua potable a las poblaciones, sobre todo en la zona rural?

Con la pandemia se recomendó el lavado de manos y otras acciones para evitar el contagio. En este contexto, se hace más urgente trabajar en las zonas rurales de nuestro país que aún no cuentan con los servicios de agua y saneamiento. Creo que el Estado está haciendo sus esfuerzos, pero no solo debe apuntar al cierre de brechas o cobertura, sino atender el lado de la calidad, porque lo avanzado en relación a cobertura y cierre de brechas no van de la mano con la calidad. El otro pedido que siempre hago es la atención urgente y prioritaria a poblaciones rurales con menos de 200 habitantes porque ahí se encuentran las personas más pobres y los servicios básicos son deficientes. También debe dirigirse un mayor apoyo financiero a gobiernos locales para fortalecer sus Áreas Técnicas Municipales, que son una pieza fundamental para la sostenibilidad de proyectos pero tienen múltiples dificultades. Quizá con mayor inversión y capacitación puedan fortalecerse.