¿Sigue siendo el Sur un bastión del presidente Castillo?
En medio de la coyuntura política que ponen en jaque la estabilidad política de nuestro país y se exige nuevas elecciones surge una pregunta ¿En verdad en caso de una vacancia el pueblo que eligió a Pedro Castillo lo defendería o le daría la espalda?
El gobierno del presidente Pedro Castillo ha sido un gobierno que constantemente ha estado envuelto en denuncias mediáticas y fiscales, atrapado en dimes y diretes potenciados por los grandes medios de comunicación nacional. Interpelaciones, mociones de censura a ministros, renuncias y constantes cambios al interior del gabinete, pedidos de vacancia se han vuelto moneda corriente que los peruanos contemplamos día tras día.
En medio de este escenario el sur del país siempre ha representado un bastión para políticos de izquierda o que enarbolan algunas banderas de cambio, casos ocurrió con Ollanta Humala y Alejandro Toledo. El votante del sur siempre busca un representante con el que sienta identificado, y en el 2021 ese fue Pedro Castillo. Pero es a raíz de la problemática qué se ha alzado alrededor del actual presidente todo ese apoyo ha mermado. Clara muestra de eso es el poco apoyo que ha recibido Perú Libre en la participación de elecciones municipales y regionales del año 2022 en las cuales no logró una representatividad considerable a nivel de autoridades electas, en parte por los candidatos que lanzó, en parte por la actual gestión gubernamental.
Así el gobierno tambalea y Pedro Castillo se convierte en un presidente que se encuentra en una cuerda floja, sin bases y con una pérdida de fe y popularidad en un presidente que se consideraba la solución y revolución a los problemas que aquejan a la gente de regiones del sur. Todo esto se expresa en una sensación de decepción que se agrava día a día por ese sentirse usados y engañados una vez más por promesas falsas de un presidente que prometía a cambiar la realidad que vivimos.
Por otra parte, hay todavía un sector de la ciudadanía del sur que apoya al presidente, que considera que los problemas del gobierno son producto de una mano negra compuesta por grupos empresariales y agrupaciones políticas que manejan el país desde hace tres décadas. La existencia de esa derecha termina sirviendo al presidente Castillo para no perder a quienes aún se mantienen fieles y firmes apoyándolo con fe.