Trujillo marcha por justicia y memoria
Escritor y gestor cultural
La jornada de la víspera en Trujillo estuvo marcada por la masiva movilización de artistas de diversas disciplinas, así como de gestores culturales, organizaciones sociales, sindicatos, estudiantes, maestros, movimientos feministas y ciudadanía en general, en las calles de la ciudad.
La manifestación y repudio contra el gobierno autoritario y militarizado de Dina Boluarte, quedó evidenciado nuevamente en los lemas, arengas, altares, dibujos y pancartas de quienes marcharon exigiendo el cierre del Congreso de la República, la renuncia de la presidenta y justicia para los crímenes de Estado acontecidos durante las protestas descentralizadas registradas en las últimas semanas.
"Ñoqanchis", performance inspirada en el poema del vate proletario Leoncio Bueno, abrió la jornada en horas de la tarde. La representación teatral, que muestra los asesinatos de civiles desarmados a manos de militares, fue replicado en el paseo peatonal de Pizarro, frente a la Corte Superior de Justicia y en la Plaza de Armas de Trujillo.
Un escenario instalado en la plazuela El Recreo sirvió para la lectura de poemas y la presentación de músicos de diversos géneros y artistas de variadas disciplinas, que manifestaron a viva voz su rechazo a un gobierno que consideran dictatorial y asesino. La quema simbólica de ataúdes negros con los rostros de los congresistas liberteños, fue otro de los hechos resaltantes de una jornada que tomó los espacios públicos y recorrió las principales arterias del Centro Histórico.
Los nombres y rostros de los caídos durante el estallido social de las últimas semanas, fueron enarbolados por los manifestantes en señal de solidaridad con las familias de los fallecidos, a través de pancartas, dibujos y altares fotográficos instalados -estos últimos- en el espacio público.
Trujillo volvió a hacer sentir su empatía con quienes han perdido la vida defendiendo sus ideas y el ejercicio de su derecho a opinión, en una lucha desigual frente a las fuerzas armadas y policiales. La ciudadanía movilizada lo dejó muy claro en la víspera: ¡Que se vayan todos, no al terruqueo y criminalización de la protesta, que se haga justicia con los asesinados!