Un gobierno obligado a escuchar a la calle
La juramentación de Francisco Sagasti como presidente de la República cierra un capítulo de la crisis que vivimos desde 2016, aunque no la supera. La movilización de la ciudadanía fue decisiva para expulsar de palacio de gobierno a Manuel Merino y sus secuaces, y también para impedir que las mafias instaladas en el Congreso nuevamente impusieran su voluntad en la elección de la Mesa Directiva.
El mensaje a la nación del presidente Sagasti indica que es consciente de que la crisis no se ha resuelto, y que esta situación, requiere el respaldo de la ciudadanía, en especial el de la juventud movilizada, a la que rindió homenaje al pedir perdón por la muerte de Jack Bryan Pintado y de Inti Sotelo. Por el tono conciliador con sus colegas parlamentarios, puede decirse que el presidente sabe también que debe establecer una relación distinta a la que el ex presidente Vizcarra tuvo con el Congreso.
La tarea no es nada fácil, pues lo que exige ahora la calle es la sanción a los responsables de la brutal represión, e incluso la derogación de leyes que están hechas para garantizar la impunidad y la criminalización de la protesta. Desandar la ruta de endurecimiento de la policía, y su uso en contextos de protesta no es una agenda sencilla. Por si fuera poco, son crecientes las voces que proponen la convocatoria a una Asamblea Constituyente que elabore una nueva Constitución, exigencia que genera un temor excesivo en las elites políticas, económicas y académicas del país.
De otro lado, las mafias instaladas en el Congreso. Hoy no les queda si no tolerar que el Parlamento sea presidido por Mirtha Vázquez, una incorruptible defensora de los derechos humanos –feminista y ambientalista-, pero en el corto plazo los veremos otra vez en lo mismo: intentando medrar del Estado a través de sus redes corruptas, y a la par, saboteando sutil o directamente al nuevo gobierno. Las renuncias en algunas bancadas son apenas un reacomodo, pues las mafias siguen controlando comisiones claves y son mayoría.
En Noticias SER saludamos que la movilización ciudadana, liderada por los y las jóvenes del Perú, haya derrotado el intento de las mafias parlamentarias y sus aliados por apoderarse del Poder Ejecutivo. Asimismo esperamos que el presidente Francisco Sagasti cumpla con lo ofrecido en su Mensaje a la Nación, y sobre todo que no deje de escuchar las voces y los reclamos de quienes le permitieron llegar a Palacio de Gobierno. Esa es la clave para que su gobierno llegue a buen puerto en julio del 2021.