Violadores libres y víctimas en aumento
Estudiante de la maestría de Economía de los Recursos Naturales y del Ambiente en la Universidad Nacional Agraria La Molina (UNALM). Bachiller en Economía y Gestión Ambiental de la Universidad Antonio Ruiz de Montoya (UARM). Trabaja como asistente de investigación y docente.
El pasado 12 de abril, Juan Antonio Enríquez García, de 48 años, secuestró y violó a una menor de 3 años en el distrito de José Leonardo Ortiz, provincia de Chiclayo (Lambayeque). El violador fue capturado al día siguiente de haber perpetrado los hechos en medio de un enfurecido grupo de personas que exigía justicia para la menor. Las imágenes que circulan por internet, violando la privacidad de la menor, son desgarradoras y han causado indignación a nivel nacional. Y con las declaraciones del violador, a quien se le dictó 9 meses de prisión preventiva, se puede recrear las angustiosas horas que vivió la menor, que es la historia de muchas mujeres (menores y mayores) a nivel nacional y mundial.
Según el INEI, a nivel nacional, del año 2013 al año 2020 se han hecho 76 657 denuncias(1) por violencia sexual contra personas menores de 18 años de edad, de las cuales 70 712 víctimas fueron mujeres. En el año 2013 el número de denuncias de víctimas menores de 18 años fue de 8 590 personas y para el año 2020, el número aumentó, llegando a 11 745 denuncias. Así mismo, del año 2015 al 2020, 756 mujeres fueron víctimas del feminicidio (INEI, 2021).
Muchos grupos se han organizado para salir a las calles en los diversos departamentos del país, indignados por el aumento de las víctimas y el último suceso ocurrido en Chiclayo con la pequeña niña de 3 años. El miércoles 20 de abril, después de una semana de sucedidos los hechos las movilizaciones continúan, se sigue exigiendo justicia por todas las niñas que han sufrido agresiones sexuales, muchas de las cuales no encuentran justicia.
Imagen propia de la marcha del 20 de abril del 2022 en Cusco, Perú.
La mayoría de las mujeres, en algún momento de su vida han sentido miedo, en las calles y en sus casas. Cuando caminamos en la calle solas y vemos que algún varón camina por la misma cuadra, nos entra el miedo; cuando estamos abriendo la puerta de nuestras casas y vemos que un grupo de varones o uno solo se acerca, intentamos abrir mucho más rápido la puerta y solo al cerrarla sentimos seguridad; o cuando salimos con amigos, medimos cada movimiento, cada bebida y cada acción para no correr el riego de ser agredidas sexualmente, hablamos con amigas para conocer con quienes salimos, nos aseguramos de su conducta antes de tomar un trago de más. El miedo siempre está presente.
Los agresores también se encuentran disfrazados de familiares y el llegar a casa causa miedo, el cerrar la puerta ya no es suficiente, y estamos alerta ante cualquier movimiento. Muchas de las víctimas no pueden confiar en sus familiares, porque son ellos los que protegen a los violadores (convirtiéndose en cómplices de los violadores), dándoles más poder sobre las víctimas y exponiendo a más mujeres (adultas y niñas) a sufrir acoso o violación sexual por parte de los depravados que andan sueltos en las casas y calles.
Como gritaba, a una sola voz, el grupo de personas que salió a las calles de Cusco el 20 de abril del 2020, “Señor, señora no sea indiferente se matan a los niños en la cara de la gente” es necesario ser vigilantes para que los violadores sexuales sepan que estamos observando y alertas a sus movimientos y que sus acciones tendrán consecuencias. Y como dice la canción, coreada por miles de mujeres y en esta última marcha, “Sin Miedo” de Vivir Quintana, somos las víctimas de violencia sexual y feminicidio, somos las niñas que suben por la fuerza, somos las madres que lloran a sus muertas y sobretodo, somos las que te haremos pagar las cuentas. Pedimos justicia por nosotras, por las futuras generaciones y seguimos en la lucha por la igualdad de género, queremos sentirnos seguras, queremos desarrollarnos en ambientes seguros, la historia también la han escrito mujeres y ahora se exige su reconocimiento.
(1) Datos recuperados de https://www.inei.gob.pe/media/MenuRecursivo/indices_tematicos/16_2.xlsx
Fuentes:
INEI (Diciembre, 2021), Perú: Feminicidio y Violencia contra la mujer 2015 – 2020, Recuperado de la página web: https://observatorioviolencia.pe/wp-content/uploads/2022/03/Peru-Feminicidio-y-Violencia-contra-la-Mujer-2015-2020.pdf.
INEI (Agosto, 2019), Perú: Indicadores de Violencia familiar y sexual, 2012 – 2019, Recuperado de la página web: https://www.inei.gob.pe/media/MenuRecursivo/publicaciones_digitales/Est/Lib1686/libro.pdf.
INEI (s.f.), PERÚ: Denuncias por violencia sexual a personas menores de 18 años de edad, según sexo de la víctima y departamento, Recuperado de la página web: https://www.inei.gob.pe/media/MenuRecursivo/indices_tematicos/16_2.xlsx.
Perú 21 (18 de Abril, 2022), Lo que se sabe sobre el secuestro y violación de la niña de tres años que generó protestas en Chiclayo, Recuperado de la página web: https://peru21.pe/peru/justicia-para-damaris-todo-lo-que-debes-saber-sobre-el-secuestro-y-violacion-de-nina-de-tres-anos-que-genera-protestas-y-enfrentamientos-en-chiclayo-ni-una-menos-violencia-contra-menores-noticia/.